Las empresas que presenten un compromiso de contar con planta de transferencia de residuos en Torrevieja no sumarán más puntos, no tendrán «ventaja» sobre otras a la hora de baremar su propuesta para la adjudicación de la nueva contrata de recogida de residuos y limpieza viaria de Torrevieja. El alcalde, José Manuel Dolón (Los Verdes), desveló ayer este extremo de los pliegos de licitación al dar a conocer que el anterior equipo de gobierno del PP autorizó en febrero la compatibilidad urbanística de la instalación de una planta de transferencia de residuos en el polígono industrial Casagrande, sobre 4.000 metros cuadrados, junto a naves industriales, zonas comerciales, el futuro mercadillo y un parque acuático. Ese es el primer paso para que la actividad sea una realidad. Aunque debe contar con las autorizaciones de la Generalitat para comenzar las obras y ponerse en marcha.

El primer edil dijo que cree que los empresarios locales que han promovido esta iniciativa lo que han intentado es posicionarse ante la licitación de la nueva contrata. Ofrecer esta instalación a las empresas que concurran al concurso o contar con un preacuerdo con alguna para que obtuviesen una posición ventajosa sobre el resto. Algo que, advirtió el alcalde, ya no se va analizar a la hora de valorar las propuestas. En 2004 la existencia o no de planta de transferencia, que sí aparecía como requisito en el pliego, fue la que enmarañó la adjudicación del contrato millonario que, finalmente, fue adjudicado a Acciona, empresa que sigue realizando el servicio en la actualidad y que puso en marcha una planta de transferencia que funcionó sin autorizaciones durante siete años y que el anterior equipo de gobierno ordenó clausurar tras una denuncia del PSOE. José Manuel Dolón dio a entender que la planta, al margen del visto bueno municipal, requiere de otras autorizaciones por parte de la Generalitat, pero que sobre el papel cumpliría los requisitos mínimos para poder ser construida, al contar con la superficie necesaria y la calificación urbanística de terreno industrial. Una nave cerrada, a la que llegarían los camiones de basura para que los residuos fueran trasladados al vertedero definitivo.

El proyecto está firmado por dos empresas de Torrevieja dedicadas al ámbito de la construcción y vinculaciones con la actual adjudicataria aunque no de una forma directa. El equipo de gobierno ha dejado claro que el margen para incluir mejoras en las ofertas será muy reducido. Ese es el ámbito en el que las empresas ganan baremación en los concursos públicos y donde suelen presentar prestaciones al margen del pliego. El nuevo contrato se ha ofrecido por un periodo de cuatro años prorrogables por cuatro más. Algunas fuentes indican que el objetivo final del equipo de gobierno es municipalizar el servicio pero que necesita financiación propia y tiempo para llevar a cabo esa tarea.

Inteligente

El alcalde dio a conocer ayer esta información sobre la planta de transferencia con el argumento de que se ha iniciado a nivel comarcal un debate por la carencia de este tipo de instalaciones. Una ausencia de planta de transferencia que no afecta a Torrevieja porque Acciona negoció directamente la eliminación de sus residuos, en torno a 40.000 toneladas anuales, con la planta de basuras de Elche.

Es decir, no necesita la planta de Crevillent, ahora cerrada y que sí necesitaba el resto de los municipios de la Vega, que ahora deberá derivar sus residuos a Villena o Xixona, lo que encarece los costes. Acciona negoció con Elche ese acuerdo cuando la Generalitat desautorizó el vertedero de Abanilla-La Murada como planta de referencia en la Vega. Algo que el primer edil calificó ayer de «inteligente». Es el primer «piropo» que le ha dedicado a la multinacional en más de una década.