La zona de servidumbre de la carretera N-332 para poder ejecutar en condiciones del desdoblamiento estaba establecida en 100 metros a cada lado de la carretera a lo largo de ocho kilómetros. El entonces alcalde Pedro Hernández Mateo (PP) logró reducir ese margen a solo 25, lo que ahora va a complicar y mucho el proyecto de desdoblamiento. ¿Por qué se redujo ese pasillo de reserva? Para el alcalde José Manuel Dolón (Los Verdes) quiso beneficiar supuestamente «a sus amigos promotores» con el objetivo de que los residenciales previstos en paralelo a la variante tuvieran mayor capacidad de edificación. Hernández Mateo justificó esa reducción por la consolidación urbana de la zona «pero en realidad era al revés, se consolidó con casas precisamente después de obtener la reducción».

Dolón explicó ayer que esa circunstancia provocará que, en el momento en el que el Ministerio de Fomento cuente con financiación para abordar la carretera, algunos residenciales se verán afectados directamente por la nueva infraestructura.

«En algunos sitios el que tire la colilla desde el balcón de su casa va a darle directamente al descapotable que pase por la carretera», ironizó. A preguntas de este diario indicó que no se descarta que el proyecto afecte a zonas ya urbanizadas de esos residenciales, e incluso a un área comercial, aunque nunca a las viviendas.

El proyecto

En este sentido, explicó por ejemplo, que zonas de terreno como la que existe junto a Mar Azul y que debieron consagrarse exclusivamente a esa servidumbre se reclasificaron como uso comercial. Los propietarios de esas parcelas reivindican ahora legitimamente el uso que lograron para ellas cuando se les solicita cesiones para llevar a cabo mejoras ya presupuestadas como un carril para eliminar la rotonda con la CV-95.

El Gobierno contempló para 2015 un presupuesto en varias anualidades para llevar a cabo el desdoblamiento. La primera partida no la ha ejecutado y en los presupuestos de 2016 vuelve a fijar las mismas cantidades que aplazan la finalización de las obras hasta 2020. Además sigue sin resolverse la solución a la evacuación de aguas pluviales que debería realizarse en paralelo a la construcción de la duplicación, y que se desconoce qué administración va a financiarla.