En los poco más de tres meses de legislatura municipal que llevamos andados, el bipartito de Populares y Ciudadanos ya ha marcado el sendero por el que quiere conducir a Orihuela. En materia de gestión democrática, el camino por el que se ha optado es el más estrecho: ese que se transita en solitario por los despachos palaciegos y en el que no se cuenta ni con la oposición ni con el tejido asociativo oriolano a la hora de abordar las cuestiones de calado. Al menos eso está dejando patente tanto el proceso de elaboración de los Presupuestos como el del Reglamento de Participación ciudadana, ambos redactados mano a mano y a puerta cerrada por PP y Ciudadanos. "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo", que decían los déspotas ilustrados. De esta manera se ha confirmado algo que muchos sospechaban: que los alegatos en favor de la participación ciudadana que PP y C's proclamaron en campaña no eran sino meras consignas vacías pronunciadas al calor de la fiebre electoralista y que difícilmente van a tener su correlato en alguna medida de gobierno. Ya saben: "prometer hasta meter, y una vez metido, nada de lo prometido".

Habrá quien piense que esta crítica está fuera de lugar, precisamente ahora que el Ayuntamiento está realizando una encuesta ciudadana sobre los posibles usos de los terrenos liberados sobre la trinchera de la plataforma ferroviaria. Sin embargo, si uno se pone riguroso, no tardará mucho en caer en la cuenta de que la metodología participativa de este sondeo deja mucho que desear. Así, el cuestionario pierde valor como herramienta de consulta si se presenta aislado, sin aportar un mínimo de información técnica que contribuya a que la gente fundamente su opinión, y sin la creación de espacios públicos para el debate del asunto. No puede ser que en una pregunta se haga referencia a "las limitaciones por razones técnicas" de los terrenos sobre la trinchera y no se expliquen dichas restricciones -que tienen que ver con las dimensiones y la capacidad de carga de la plataforma que cubre la trinchera-. Como tampoco puede ser que la consulta se plantee sin un consiguiente proceso de deliberación amplio y transparente que permita contrastar las ideas aportadas y adoptar la mejor atendiendo a criterios democráticos y técnicos. Así las cosas, la consulta del Ayuntamiento guarda más parecido con una invitación paternal a que escribamos la carta a los reyes magos que con un método serio de participación ciudadana. Nos vienen a decir: "tú pide lo que quieras, que ya me encargaré yo de decidir lo que te compro".

Ante situaciones como esta en las que se evita o se falsea la participación ciudadana no es de extrañar que la gente se indigne y se aleje de la política. Es la reacción más normal cuando un hatajo de encorbatados te vende que va a contar contigo para decidir cosas que te afectan y al final hacen "la del trilero" y toman la decisión que les viene en gana. Sin embargo, quienes pensamos que la acción política es algo más que una burocracia institucional ahogada en papeleos y tecnicismos legales y que las prácticas democráticas pueden y deben ir más allá de encuestas puntuales y de la liturgia del voto cada cuatro años estamos obligados a plantear alternativas a esta vieja forma de gobernar. En otras palabras: tenemos que asumir la responsabilidad pública que rehuyen PP y Ciudadanos e impulsar un debate social lo más abierto y participativo posible sobre las cuestiones de interés general para las gentes de Orihuela. Hay que sacar el Ayuntamiento a la calle y recoger el sentir de la gente para así conseguir que los intereses de la mayoría social queden reflejados en los Presupuestos, en el Reglamento de Participación Ciudadana y en el resto de normas que regulan asuntos importantes en nuestro municipio.

Siguiendo esta línea de potenciar la participación ciudadana, desde Cambiemos Orihuela se van a impulsar una serie de actos y encuentros con asociaciones, movimientos sociales y partidos políticos. Mediante esta campaña bautizada como "Otoño Participativo" se pretenden recoger propuestas que aviven y enriquezcan el debate sobre los asuntos en los que se debe gastar el dinero el Ayuntamiento durante el próximo año, así como sobre la creación de espacios de mediación o consejos que garanticen legalmente la transparencia y la participación permanente de la ciudadanía en la vida política oriolana. De este modo, frente a quienes, por incapacidad propia o por principios, quieren privatizar la elaboración de los presupuestos municipales -el Ayuntamiento se gastará 18.000 euros en asesoramiento para la redacción de los presupuestos- y gobernar de espaldas a la gente, Cambiemos Orihuela propone implementar un método de participación fundamentado, continuo y eficaz que permita a la ciudadanía ejercer su derecho a decidir sobre los asuntos de importancia pública.

"Otoño Participativo" parte de la humildad, pero aspira a sentar precedente y servir de ejemplo para que el Ayuntamiento, en un futuro próximo, ponga todos sus medios a disposición de la democracia participativa en nuestro municipio. Todas y todos saldremos ganando.