El Ayuntamiento de Callosa de Segura no ha ingresado ni un euro de beneficios por la zona azul que regula el estacionamiento de pago. La adjudicación del servicio a la mercantil Pavasal establecía que la concesionaria pagaría al consistorio el 90% de sus ganancias anuales, pero durante sus tres primeros años de funcionamiento la empresa ha venido alegando que tiene pérdidas económicas, por lo que no ha tenido que abonar nada a las arcas públicas.

Fuentes municipales explicaron ayer que el último balance económico presentado por la empresa, el de 2014, arroja un quebrando económico cercano a los 30.000 euros. Ahora, la gerencia de la mercantil ha iniciado reuniones con el gobierno municipal, formado por el PSOE, IU y Somos Callosa, para intentar llegar a un nuevo acuerdo introduciendo cambios en el servicio para tratar de hacerlo sostenible económicamente.

Así, el consistorio está a la espera de recibir la propuesta de la empresa, que podría incluir una redefinición de las calles en las que se ubica la zona azul, dejándola sólo en los viales en los que realmente funciona, principalmente donde existen comercios y servicios, sobre todo bancarios. De igual forma se podría plantear introducir una tarjeta de aparcamiento para residentes, que pasaría quizá por pagar una tasa anual, o modificar las tarifas en función de la hora, de tal forma que costaría más en las horas centrales del día y menos a última hora de la tarde, por ejemplo. No obstante todavía no se ha formalizado ninguna propuesta concreta.

Lo cierto es que si hay un asunto que tanto el Ayuntamiento como la adjudicataria del servicio parecen tener claro es que la forma en la que está planteado en la actualidad es inviable. La Ordenanza Reguladora de Aparcamiento (ORA) comenzó a funcionar en agosto de 2012 . Aunque en un principio el entonces gobierno de Javier Pérez aseguró que la zona azul se instauraría de forma progresiva, finalmente se aplicó en su totalidad de un día para otro en 22 calles que contemplan casi 400 plazas de estacionamiento. El horario de pago se fijó de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas de lunes a viernes, y de 10 a 14 los sábados. Las tarifas oscilan entre los 15 céntimos que cuesta aparcar durante los primeros 20 minutos hasta los 1,50 euros por dos horas.

Aunque en enero de 2013, seis meses después de la implantación de la zona azul, el entonces alcalde Pérez tildó de «éxito» la ORA cifrando su ocupación media en un 60%, lo que suponía un 20% más de las previsiones iniciales, lo cierto es que esos datos nunca se tradujeron en ganancias económicas para la empresa y, por tanto, el Ayuntamiento callosino no ha ingresado ni un euro desde entonces.