Estos poco más de tres meses de gobierno popular han servido para confirmar que el alcalde todavía no tiene una idea de qué es lo que quiere para el municipio, sigue instalado en los lugares comunes con frases que ya empiezan a cansar y a demostrar que carece del liderazgo que se le supone. «Lo mejor para Orihuela», «lo que sea bueno para Orihuela», frases vacías que ocultan cada vez menos la falta de un pensamiento estratégico global, de un proyecto serio y riguroso. La carta donde celebra los primeros días es de una estolidez abrumadora y centra sus discutibles logros en cuestiones poco menos que administrativas, haciendo de paso oposición a la oposición, con el grave riesgo de dejar sus propias vergüenzas al aire, pues gran parte de los problemas que atribuye a los anteriores gobernantes son responsabilidad de su partido, enfrascado en una feroz, arbitraria y dañina destrucción, que se vio favorecida por sus socios de CL, camuflados ahora bajo las siglas de Albert Rivera. Un ejemplo es la solución que ofrece al problema que tiene el IES Thader con la Escuela de Adultos. Se limita a resolver el expediente que el anterior equipo dejó casi resuelto y cuyo principal escollo era las nuevas directrices del actual interventor, pero esto es poco menos que pan para hoy y líos para mañana. Habla de hacer nueva política pero sigue instalado en el «y tú más», cuando podía haber anticipado un verdadero ejemplo de nuevos modos de actuación. Si de verdad escucha a los que tienen algo que decir nos extraña que desconozca la solución que desde el Thader venimos proponiendo. Mire señor alcalde, a los miembros del Consejo Escolar nos dolía tener que tomar medidas contra la Escuela de Adultos y propusimos que en lugar de un problema se contemplase como una oportunidad; una oportunidad para hacer política a lo grande poniendo a trabajar a varias administraciones en pos de un objetivo común. El instituto donde trabajo hace años que se quedó pequeño, el equipo directivo no puede hacer más milagros para alojar a los alumnos y dar la calidad mínima que merecen los discentes, seguimos con aulas prefabricadas y los recreos son un drama al ver cómo muchos niños y niñas no pueden jugar por falta de espacio. Además entendíamos que la sugerencia de hacer un edificio para la Escuela era un dispendio cuando la solución estaba en el centro que hoy sufre la falta de implicación de los políticos responsables.

¿Cuál era la solución que partió del departamento de Educación Física y que tuvo el visto bueno del Consejo Escolar? Aprovechar que el centro tiene un uso de más de 1.300 personas entre mañana y tarde, que no hay instalaciones municipales deportivas en la margen derecha del río y, con los terrenos que ya cedió a Consellería el Ayuntamiento, hacer un auténtico proyecto a largo plazo eliminando las prefabricadas, derribando la casa del conserje y el vetusto e insuficiente gimnasio para construir la preterida ampliación. En los terrenos anejos, más las actuales pistas, se podría diseñar «un punto deporte» que diese servicio a los centenares de estudiantes y que sirviese al resto de la ciudad.

Fíjese, ahorramos terrenos, evitamos construir edificios con todas las servidumbres que conllevan, solucionamos dos problemas y tendríamos unos espacios de calidad que redundarían en la mejora de la enseñanza, además de dotar de un nuevo equipamiento a la ciudad en un área de expansión. Esto es pensar a largo plazo, hacerlo poniendo antes al ciudadano que al titular de periódico y sólo es posible, si usted quiere, desde la más alta política, donde su liderazgo sería fundamental para hacer copartícipes a las administraciones. Ojalá tenga que felicitarle en breve plazo, esto sí sería una verdadera actuación emblemática.