La Generalitat autorizó ayer que las 215 toneladas de basura que se producen cada día en 24 municipios de la Vega Baja (a excepción de Torrevieja, Orihuela y Pilar de la Horadada) se distribuyan en los vertederos de Villena, Jijona y Elche. El repentino cierre de las instalaciones de Abornasa, en Crevillent, ha obligado a repartir los desechos de la comarca por toda la geografía provincial para evitar el colapso. Esta disposición trae consigo una consecuencia negativa para los ayuntamientos, que es la subida del coste por transportar la basura 80 kilómetros. La solución para amortiguar ese incremento será construir una planta de transferencia para acumular todos los desperdicios y trasladarlos después en grandes camiones hasta los vertederos autorizados.

Según detallaron ayer alcaldes de la Vega, el vertedero de Xixona cobrará 42 euros más IVA por cada tonelada de residuos que trate (hasta un máximo de 200.000 kilos diarios, al margen de los de Orihuela) mientras que el de Villena cobrará 54 euros más IVA (con un tope de 81.000 kilos diarios). El de Elche acogerá otros 10.000 kilos (además de la basura que ya recibe de Torrevieja), aunque no trascendió el precio del servicio. Por el momento, la única solución para unificar costes entre ayuntamientos y evitar que los camiones que recogen la basura tengan que desplazarse uno a uno hasta los vertederos sería habilitar una planta de transferencia donde depositar los desechos diarios de la comarca. Pero, ¿dónde?.

Primer Consorcio

Ese será uno de los temas que se aborden durante la primera reunión del Consorcio de Residuos de la Vega, que celebrará el 13 de octubre su pleno de constitución y es muy probable que posteriormente realice ya una primera reunión para poner sobre la mesa el tema de la planta de transferencia. Este asunto se abordó ayer durante una reunión a la que asistieron los alcaldes de Orihuela, Redován, Rafal y Rojales con el diputado de Medio Ambiente, Javier Sendra, y el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, en la que participaron igualmente varios técnicos de la administración provincial y autonómica.

En el encuentro se informó que el vertedero de Villena, gestionado por la empresa pública Vaersa, no tiene capacidad para seguir acogiendo la gran cantidad de basura de la Vega que le llegó durante el fin de semana. Aunque el Ayuntamiento de Villena gobernado por el ecologista Javier Esquembre rechazó esta solución, no tuvo más remedio que aceptarla contra su voluntad. Y tendrá que seguir haciéndolo porque la Generalitat ha decidido seguir enviando residuos a la planta de su municipio.

Flujo

Aunque la distribución del flujo de basuras de la Vega se ha acordado de forma temporal y el secretario Autonómico de Medio Ambiente advirtió ayer de que la Vega Baja «debe ser capaz de tratar sus propios residuos», lo cierto es que esta solución se alargará durante muchos meses porque hay que volver a poner en marcha el Plan Zonal de la comarca, que se adjudicó a la UTE Cespa-Ortiz mediante un contrato que se acabó rescindiendo por supuestos incumplimientos. Ahora toca volver a empezar desde cero.