Tras la decisión de la Confederación Hidrográfica del Segura de abrir los pozos de sequía para paliar la escasez de agua de los regantes del Trasvase, tras el decreto de sequía, las comunidades de regantes que componen el regadío tradicional no piensan quedarse con los brazos cruzados. Mañana, se reunirán con el director general del Agua, Manuel Aldeguer, y también le han pedido amparo al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para que el agua de los pozos de sequía no llegue a sus cosechas por la elevada salinidad de la misma y el perjuicio para los cultivos y el suelo.
¿Qué acciones piensan llevar a cabo ante la decisión de abrir los pozos?
Las 17 comunidades de regantes nos reuniremos la semana que viene para consensuar acciones en común, tras la reunión el viernes (hoy) con el director general del Agua, Manuel Aldeguer. Desde el Juzgado de Orihuela no destacamos ninguna vía: protestas, manifestaciones o incluso la vía judicial para reclamar compensaciones.
¿Qué tienen que perder los regantes de la comarca?
Para empezar, nosotros no tenemos sequía, la tienen los del Trasvase. No nos oponemos a darles agua, pero no es justo que a costa de eso nosotros nos quedemos con el agua de peor calidad. Se trata de agua con un nivel de salinidad alto, que en base a datos de sequías anteriores, donde se recurrió a la misma situación, haría perder del 20 al 30% de las cosechas. Y no solo eso, esas sales se quedarían en el suelo durante mucho tiempo, por lo que los efectivos negativos se prolongarían a largo plazo.
¿De cuánto tiempo estamos hablado?
En base a datos anteriores, de unos cuatro o cinco años. Hay que hacer varios lavados del suelo, dejar que el agua las elimine de forma natural... Y a eso se añade el problema de que hay que reducir la cantidad de abono, porque el abono no deja de ser una sal, que si se la añades a las que ya ha cogido el suelo por estas aguas.
¿Prima entonces los intereses de los regantes del Trasvase sobre los del regadío tradicional?
Yo no pienso que lo hagan a mala fe, es decir, para favorecer a unos y no a otros. La CHS tiene un problema delante: la falta de agua. E intenta darle solución como puede, si tengo agua en los pozos, la saco de ahí. El problema es que solo tienen en cuenta criterios hidrológicos, y nosotros tratamos que entiendan que hay que tener en cuenta también varios criterios agrícolas.
¿Como cuáles, además del perjuicio derivado de la salinidad?
Las modificaciones que esto conlleve. El hecho de salinizar el suelo no solo perjudica a las plantas, sino a todo el proceso de cultivo. El abono, por ejemplo, no deja de ser una sal, que se añade a un suelo ya salinizado, por lo que habría que reducir la cantidad, perjudicando nuevamente la producción.
