El sindicato CGT ha denunciado este martes en un comunicado que «el próximo 30 de septiempre la ONCE cierra la delegación de Torrevieja, siguiendo con su nefasta y negligente política de primar lo económico sobre lo social», a juicio del secretario general del sindicato Adolfo Martínez.

De esta manera, según la misma fuente, tanto los vendedores, unos 70 en total que se encargan de la venta de los cupones de la ONCE, como los afiliados y afiliadas de Torrevieja, quedan «con unos servicios más precarios aún de lo que de por sí ya tenían: estarán obligados a desplazarse hasta Orihuela cada vez que la gestión diaria de su trabajo -devolución de rascas, pedida de sobrante, entrega de partes de baja, justificantes de asistencia médica, entre otras tareas- lo requiera».

A este problema cabe sumar el hecho de que, según la propia información del Ayuntamiento de Torrevieja, el transporte público entre Orihuela y Torrevieja «es malo: sólo una línea de autobús con pocas frecuencias». Puntualiza Martínez que «esto hace incompatible el ir y volver en pocas horas para hacer las gestiones anteriormente mencionadas». Según CGT la ONCE «obvia cualquier argumento de peso para evitar el cierre de otra delegación».

Además, el secretario general de CGT-ONCE explica que «en este cierre, como en los anteriores, la dirección de la ONCE pese a argumentar para ello causas económicas, no aporta balance económico alguno que ratifique dichas causas. Es más, el balance económico de la ONCE en Alicante es muy positivo».

En cuanto a otros cierres de centros y servicios acometidos en los últimos meses por la dirección de la ONCE -agencias, colegios, servicios médicos, preparación de cupón etc.-, la CGT concluye que se permiten porque la propia dirección «cuenta con el apoyo incondicional de UGT-UTO, que no sólo aplaude dichas medidas, perjudiciales 100% para los trabajadores, sino que en un acto de hipocresía suprema se permite decir a esos trabajadores que los cierres son beneficiosos para ellos».

UGT-UTO, siempre según la misma fuente, cuenta con la totalidad de los miembros del comité de empresa de Torrevieja, «y hace uso de su absoluta mayoría con absoluto desprecio hacia los trabajadores a los que dice defender. Ni siquiera ha "negociado" que los gastos de desplazamiento que sin duda originará este cierre sean costeados por la ONCE porque no han pensado que los afiliados (ciegos y discapacitados visuales) dependen de terceros o de transporte público para sus desplazamientos...»

CGT indica que «cada cierre supone un fracaso de la dirección, y ésta cultiva fracasos por cientos, sin que ni el presidente, Miguel Carballeda, ni ningún alto cargo haya dimitido ni cesado por ello. La dirección de la ONCE "tapa" su nefasta gestión, con inversiones de pérdidas millonarias como Fórum Filatélico, Gescartera, Bankia, Caja Madrid?». La organización anarcosindicalista señala que «es imprescindible actuar contra unas políticas que llevan al abismo a la ONCE, otrora institución que realizaba una buena labor social de integración de personas con algún tipo de discapacidad». «Una labor que ha mutado por la búsqueda a toda costa del máximo beneficio económico», asegura el mismo comunicado de prensa remitido a los medios de comunicación. La ONCE no se ha pronunciado sobre estas declaraciones, ni tampaco ha informado sobre el cierre de su delegación en la ciudad.