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Callosa de Segura

Un apoyo vital para evitar recaer en el infierno de la droga

Extoxicómanos organizan reuniones semanales para ayudar a otros exadictos a su reinserción social

Una imagen de la reunión de grupo celebrada el pasado viernes en Callosa. TONY SEVILLA

Ofrecen ayuda para poder iniciar el proceso de rehabilitación de drogodependencias y contribuyen después a la reinserción social de quienes han dejado atrás la adicción, evitando que sufran recaídas. La Asociación Callosina de Ayuda al Toxicómano (Acat) de Callosa de Segura mantiene un programa basado en una terapia de grupo que reúne semanalmente a exadictos que aprenden a superar sus miedos, comparten sus logros y se apoyan con el objetivo de mantener la abstinencia. Se trata de una labor social que se desarrolla de forma altruista y que ha ayudado a recuperar las riendas de su vida a más de 400 personas de la Vega Baja que han luchado por salir del infierno de la droga en los últimos 23 años.

A las instalaciones de Acat llegaron el pasado año alrededor de una treintena de personas buscando recursos para poder superar adicciones a sustancias como el alcohol, el cannabis, la cocaína o la heroína, entre otras. En unas ocasiones acuden las personas que sufren la adicción en sus propias carnes y en otras son sus parejas, familiares o amigos los que dan ese primer paso. El presidente de la asociación, Roque Luis Calderón, explica que el perfil de usuario es muy diverso aunque la mayoría de casos se están dando entre jóvenes de entre 16 y 25 años adictos a la marihuana y derivados y adultos de entre 40 y 50 años enganchados a la cocaína. No obstante, resalta que acotar un perfil es muy difícil debido que cada persona y sus circunstancias son diferentes.

Así, cuando un nuevo caso llega a Acat se pone a su disposición información sobre todos los recursos existentes para poder hacer frente al problema, derivando a cada persona al tipo de centro que ofrece el tratamiento que mejor puede adaptarse a su situación. Mientras la persona recibe la terapia que los expertos consideran más adecuada, desde Acat mantienen contacto con el centro en el que están siendo tratados y con las familias, prestando labores de apoyo y asesoramiento.

Abstinencia

Pero es una vez que se ha superado la adicción cuando llega una de las situaciones más complicadas para algunos de los exadictos: mantener la abstinencia y volver a integrarse en la sociedad. Es ahí donde Acat está desempeñando un importante papel con las terapias de grupo que se desarrollan semanalmente. En las reuniones participan personas con edades comprendidas entre los 20 y los 50 años aproximadamente que ya están rehabilitados. No obstante, según destaca el presidente de Acat «la posibilidad de recaer siempre está ahí y es necesario un apoyo constante». Así, los usuarios comparten sus inquietudes, abordan técnicas para aprender a enfrentarse a situaciones de riesgo para no volver a caer en la drogodependencia, se ayudan en la búsqueda de empleo y trabajan la importancia de iniciar nuevos círculos sociales tras romper con el entorno en el que se practicaban los consumos.

«Hay que tener en cuenta que algunos de ellos llegan aquí después de permanecer un tiempo internados en centros de desintoxicación, por lo que es fundamental que no vuelvan a relacionarse con las personas con las que antes consumían», añade Calderón. En ese sentido, todos acceden voluntariamente a realizarse análisis periódicos que constatan que no han vuelto a consumir, algo que «les ayuda a mantener el compromiso con ellos mismos y con el grupo y que además nos permite poder actuar cuanto antes en el caso de que haya una recaída».

La labor de Acat se desarrolla de forma altruista. Su financiación se basa en donaciones de socios, empresas y entidades del municipio y también de otras poblaciones cercanas de la Vega Baja como es el caso de Cox, donde la Fundación Social La Caixa, a través de la oficina municipal, ha entregado una subvención de 2.000 euros para contribuir a la labor que realizan con los jóvenes. Desde Acat explican que el dinero lo emplearán en sufragar los gastos de la sede en la que se reúnen semanalmente, el coste de las analíticas que precisan para el ingreso en los centros o los viajes a los centros de rehabilitación.

«La oficina de La Caixa de Cox, ha querido así manifestar su solidaridad con Acat, teniendo en cuenta que son varios los jóvenes de Cox y de Granja de Rocamora que mantienen contacto sistemáticamente con la asociación, siendo miembros activos de la misma y realizando un trabajo continuo de colaboración con el resto de poblaciones de la Vega Baja», destacan.

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