La Plaza de la Constitución -La Glorieta- sufrió durante agosto varios apagones consecutivos al «saltar» uno de los interruptores. Es la avería más común en los cuadros eléctricos que gestiona el Ayuntamiento. Suele producirse por acumulación de humedad o las malas condiciones de la instalación. Tras varios días consecutivos de apagones y hallar una razón aparente para su continuidad, el Ayuntamiento decidió poner un candado a la puerta del cuadro -que se abren con una llave maestra de electricista-. Los apagones en la principal plaza pública de la ciudad han cesado desde entonces. D. P.