El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), preguntó ayer en una reunión en Valencia qué pasa con la finalización de obras del Centro de Seguridad y Emergencias, el proyecto más ambicioso de los previstos en 2010 por el Ayuntamiento con cargo al Plan Confianza que suponía un desembolso de 2,1 millones de euros.
Concretamente, se trataba de la construcción sobre una parcela municipal de 5.964 metros cuadrados de un edificio de 4.803 metros cuadrados que tendría que unificar todos los servicios de urgencias, algunos de los cuales ni existían ni a día de hoy existe el más mínimo viso de que puedan ser una realidad: dependencias del SAMU, retén de Bomberos, Oficina de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía, oficina de denuncias de la Guardia Civil...
En abril de 2012 se paralizó después de que la adjudicataria renunciara al mismo. De aquello hace más de tres años y el inmueble se quedó a un tercio de la construcción sin que nadie haya vuelto a saber nada de él. Pues el regidor ayer en Valencia preguntó qué pasa con él habida cuenta de que el Consell tendría que haberlo ofertado a la segunda empresa en aquel concurso o, en su caso, realizar una nueva licitación.El solar fue motivo de polémica la pasada legislatura después de que la entonces portavoz del equipo de gobierno, Antonia Moreno (PSOE), detectara que la parcela tenía un uso residencial y no terciario; es decir, se «gastó» el suelo más caro cuando pudo hacerse con otro más «barato». De hecho, el equipo de gobierno tuvo que legalizarlo a finales de 2011.
