Estimado señor alcalde de Orihuela: He leído en varios medios de comunicación sus declaraciones respecto a la situación del Servicio Municipal de Atención Temprana y, como padre de una usuaria de este servicio, reconozco que no salgo de mi asombro. No esperaba de usted que utilizara el recurso de lanzar públicamente medias verdades para justificar una decisión que choca directamente con aquello que los padres pedimos a todos los partidos durante la campaña electoral: la asunción del servicio por parte del Ayuntamiento mediante una gestión directa. A esta petición, y así hay que decirlo, en período electoral usted y su partido no dijeron ni sí ni no, sino todo lo contrario? buenas palabras y ya veremos qué pasa. Una postura legítima y hasta razonable en una estrategia a corto plazo pero que, vista con perspectiva, ya parecía conducir al camino que ahora usted ha trazado y que, en otros municipios, ha demostrado ser lesivo para las arcas municipales y, lo que es peor, para las familias y menores implicados.

Dice usted en su comparecencia que la idea de privatizar el servicio surge del equipo de gobierno anterior. Le aseguro, porque en ese momento era miembro del gobierno municipal de Orihuela, que la decisión de gestionar el Servicio de Atención Temprana a través de DINOCO fue una solución tomada bajo el criterio de no permitir que ningún menor del municipio sufriera menoscabo en su tratamiento por cuestiones económicas, como estaba sucediendo en poblaciones donde se imponía el copago de determinados servicios en un momento de crisis; además, con esta forma de gestión se daba respuesta a una de las peticiones de los padres que mantenemos a lo largo de los años como es el mantenimiento de unas trabajadoras con décadas de experiencia y que nos garantizan una atención de altísima calidad para nuestros hijos, nuestro objetivo principal. Creo que es justo reconocer el criterio de quien entonces era concejal de Bienestar Social, Emilio Zaplana, al plantear esta solución y el coraje, el trabajo y la perseverancia de DINOCO durante estos cuatro años en su lucha por mantener este servicio.

Con la llegada de un nuevo Interventor al Ayuntamiento de Orihuela, lo que hasta entonces era legal dejó de serlo. La propuesta del nuevo responsable de la Intervención General fue, cierto es, elaborar un pliego para sacar a concurso el servicio. Y sí, eso hizo el anterior gobierno municipal porque, entre otras razones, permitía desbloquear los reparos que el alto funcionario ponía al pago de las facturas que DINOCO presentaba. Hasta aquí, la información que usted da y la realidad coinciden totalmente. Pero, a partir de aquí, usted oculta un hecho de capital importancia para los padres: a petición de las Asamblea de padres de DINOCO, y previas reuniones con Emilio Zaplana, Antonio Zapata y Monserrate Guillén, el concejal de Bienestar Social solicita un informe jurídico externo, totalmente válido a la hora de tomar una decisión política, que afirma no sólo que es posible rescatar el servicio y gestionarlo de forma directa por el Ayuntamiento manteniendo a las actuales trabajadoras, sino que resulta más barato para las arcas municipales. El informe llega cuando el mandato de cuatro años se acaba y queda a la espera de que la nueva Corporación decida sobre la forma de gestión del Servicio Municipal de Atención Temprana. Puede que me equivoque, pero no le he escuchado en estos meses referirse a él, indicio de que probablemente jamás pensó en la gestión directa como una solución real. Usted sabrá qué prometió y a quién en campaña, pero le aseguro que el malestar y la decepción es general entre muchos padres y puede comprobarlo, por ejemplo, en las redes sociales.

Señor Alcalde de Orihuela: como padre implicado he sido públicamente muy crítico con la gestión de todo este problema por parte de algunos de los que fueron compañeros míos en el gobierno municipal, como hoy lo soy con usted. Como ciudadano y como padre le pido que claramente nos explique, a los padres y a la sociedad oriolana, cuáles son las ventajas de un proceso de privatización y por qué quiere tomar esta decisión. Pero sin dejar cosas en el tintero, porque todo lo que hagamos, padres y Corporación, debe redundar en beneficio de niños que no tienen por qué saber de crisis, privatizaciones o costes económicos y sólo han de recibir el mejor tratamiento que sea posible con los mejores medios humanos y materiales.