El 5 de noviembre de 2009, la mercantil Esma Park SL se adjudicaba un contrato «bombón»: la zona azul de Orihuela. El municipio carecía del servicio de Ordenación y Regulación del Aparcamiento (ORA) y, como tantas cosas que ocurren con la administración local, decidió buscar una empresa para contribuir a evitar que en el centro de la ciudad aparcaran siempre los mismos y con ello beneficiar al sector comercio que desde hacía años venía exigiendo medidas de apoyo y rotación de vehículos. Desde entonces y según la información a la que ha tenido acceso este diario, los expendedores han recaudado más de dos millones de euros, que es la cantidad que la adjudicataria ha declarado. De ellos, el Ayuntamiento de Orihuela no ha visto un euro... bueno eso es lo que dice el anterior concejal, Víctor Ruiz (PSOE), porque el actual, Rafael Almagro (PP), asegura que pagó hasta 2011.
¿Y puede una empresa estar cinco años y medio sin pagar? Sí. De hecho, el Ayuntamiento de Orihuela ni tiene la certeza de que la cantidad que la empresa declara como ingresos de las máquinas se corresponda con la realidad porque la comprobación, que supondría sumar uno por uno cada tique de cada máquina, de cada día, de cada semana, de cada mes... no se hace porque sería, dicen en el Ayuntamiento, prácticamente imposible dedicar a alguien a esta tarea. De este modo, cada tres meses y de forma regular «Esma Park» ha ido informando al equipo de gobierno de los ingresos que ha tenido y de la cantidad que de estos se tiene que detraer como pago a las arcas públicas a la espera de ser aprobadas en juntas de gobierno. Así se ha ido haciendo, pero nunca estas se han ingresado.
El próximo noviembre se cumplirán seis años desde que se firmó aquel contrato y, según reza el acuerdo de junta de gobierno de 2 de noviembre de 2009, el plazo de concesión y amortización sería de 6 años; es decir, que dentro de poco más de dos meses la empresa se tiene que ir y el Ayuntamiento, por lógica, debería sacar un nuevo concurso, aunque siempre le queda la posibilidad, tantas veces utilizada, de prorrogar durante el tiempo necesario con la actual concesionaria para que no se produzca un vacío, pero ¿quién ampliaría un contrato con una empresa que nunca ha pagado?
Cobrar vía judicial
Lo curioso del caso es que tanto Almagro como Ruiz coinciden en que habrá que cobrar «a la fuerza»: por vía ejecutiva o judicial, lo cual augura un largo proceso porque la empresa ni tan siquiera considera que lo que se le reclama, que es una parte de esos 2 millones de euros, sea realmente la cantidad que tengan que ingresar. Vamos, que discrepa. Y Orihuela, una vez más y como ya le ha pasado tantas veces -sin ir más lejos, con los juzgados- paga y nunca cobra.
El pasado jueves, a preguntas de INFORMACIÓN, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), quien durante meses ha compartido la indignación de sus vecinos, que pagan la ORA cada vez que estacionan, reiteraba que en noviembre habrá licitación y empresa nueva. En cambio, el concejal Víctor Ruiz (PSOE) aseguraba que eso es materialmente imposible, pese a que él, incluso, en octubre del pasado año y viendo cómo se estaba poniendo la cosa, decidió ordenar el inicio de un ambicioso expediente que preveía sensibles mejoras -pagar con el móvil, con tarjeta de crédito, a distancia...- y, lo que es más importante, fijar un canon fijo. Es decir, establecer cuál es la cuantía que mensualmente se debía recibir a cambio de que una empresa se enriqueciera prestando un servicio público por el régimen de concesión.
Y esto es así porque el actual contrato tiene una cláusula para saber qué se tiene que pagar que podrían haberla firmado los Hermanos Marx, ya que dice así: «El concesionario abonará anualmente al Ayuntamiento de Orihuela el 90% del excedente resultante de deducir del total de los ingresos procedentes de la explotación del servicio, el importe de los costes de la explotación y de la amortización de las inversiones».
El alcalde Bascuñana aseguró que este procedimiento de cobro a Esma Park se encontraba en estos momentos en vía ejecutiva, algo que Víctor Ruiz desmiente porque, asegura, previamente es preciso realizar una reclamación, esperar la contestación de la empresa y resolver. El edil socialista recuerda que la empresa Esma Park, cuando en octubre del pasado año la recaudación se situaba en 1,8 millones de euros y el Ayuntamiento consideraba que de ellos 264.000 euros tenían que ser para las arcas públicas, ya le contestó que no pagaría más de 204.000 euros. Que del resto discrepaba... y a aquel escrito la tesorera nunca informó ni resolvió y eso que Ruiz, dice que lo mejor hubiera sido asumirlo y cobrar habida cuenta de las pruebas que existen para realizar la comprobación de los tiques. Y sin eso, sin este trámite administrativo de resolver el recurso, no se puede acudir, recuerda, a la vía ejecutiva.
