El Gobierno autorizó ayer la apertura de los primeros pozos de sequía como compensación al recorte de 20 a 15 hectómetros cúbicos del trasvase Tajo-Segura para septiembre, algo que ayer se confirmó con su publicación en el BOE. El reparto entre riego y consumo es al 50%: 7,5 hectómetros cúbicos para cada destino en una decisión que no convence ni a los agricultores de la provincia ni a los de Castilla-La Mancha que, incluso, anunciaron ayer medidas judiciales contra esta decisión. Ángel Urbina, de Riegos de Levante, dijo que el Gobierno «ha cedido a las presiones. Estamos decepcionados». Estas medidas supone una inversión de casi tres millones de euros y se adoptan en el marco del decreto de 8 de mayo por el que se declaró la situación de sequía. Hay que remontarse a 2008 para encontrar un desembalse tan nimio.

Los sondeos se acuerda tanto por cuenta propia como ajena para «aportar» los recursos necesarios al Segura y, dada su urgencia, quedan exentos de la evaluación de impacto ambiental, lo que permitirá agilizar su tramitación. De esta manera, se pondrán en marcha los pozos de la batería estratégica en la Vega Media del Segura, cuyo titular es la Confederación del Segura, así como pozos en el acuíferos en Murcia en manos de los agricultores. Las extracciones previstas son similares a las efectuadas en anteriores períodos de sequía, en los cuales no se detectado «daños sensibles al dominio público hidráulico y tras los cuales las masas de agua subterráneas se han recuperado adecuadamente», según el Gobierno. «De no acometerse con urgencia estas actuaciones, no sólo se dejaría de atender una parte de las demandas más apremiantes, sino que podría verse comprometida la aportación de recursos para el mantenimiento del régimen de caudales ecológicos fijado en la normativa. El Gobierno que suma a estas inversiones otras en la cuenca del Júcar por un montante de 40 millones de euros.

Las reacciones no se hicieron esperar. La alcaldesa de Toledo Milagros Tolón, dijo que antes de haberse autorizado, deberían «haberse dado antes una vuelta por Toledo» ver en qué estado pasa el río y «preguntar a sus vecinos qué opinan». En cambio, el delegado de Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, ha agradeció «sensibilidad» del Ejecutivo central «invirtiendo en la modernización y mejora de las infraestructuras hidráulicas de los regantes valencianos». Y la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, volvió a decir que no hay «guerrear con el agua, sino dialogar».