El portavoz de Ciudadanos (C's) en Orihuela, Juan Ignacio López-Bas reapareció ayer tras el periplo vacacional y con ideas para la gestión de una ciudad, que dirige Emilio Bascuñana (PP) en minoría y con el cual ha firmado un pacto para la gobernabilidad. Y lo hizo López-Bas para hablar de un asunto que gusta poco a los políticos: la subida de impuestos, aunque el edil lo argumentó y defendió poniendo como ejemplo a Torrevieja y la diferencia entre ambos municipios. Así, mientras Orihuela (83.000 vecinos) gestiona desde 2012 (a través de prórroga) un presupuesto de 63 millones de euros, el de la Ciudad de la Sal (91.500 torrevejenses) es de 105, millones en 2015. Con ello la división es fácil: un oriolano recibe (o paga) servicios por 776 euros, mientras un torrevejense, por 1.150 euros.

A López-Bas no le tembló el pulso para recordar que Orihuela tiene los deberes pendientes en materia de catastro, lo que supone que a día de hoy una vivienda en primera línea de costa pague lo mismo, o menos, que una en una urbanización de interior, o que la ciudad continúe sin categorías de calles y todas paguen por igual. Y aunque repitió varias veces que «yo no diga que se suban los impuestos sino que se regularice las bases catastrales», lo cierto y verdad es que se hace difícil entender cómo se va a recaudar más si no hay una revisión al alza, sino de todos sí de una buena parte de inmuebles.

Y la rueda de López-Bas dio más ideas de gestión o proyectos para Orihuela a corto plazo de los que hasta ahora se han escuchado en el equipo de gobierno. Otra cuestión es que Bascuñana los acepte o no, en cuyo caso, igual López-Bas se replantea retirarle ese apoyo para la gobernabilidad.

Suficiente

El concejal «en la oposición» -reiteró el lí der de C's- no solo habló de revisar el catastro, también de una doble auditoria para saber de una vez por todas los servicios que presta el Ayuntamiento, si están dimensionados a la necesidades, o no, «hay que saber qué se hace, a quién y si es suficiente», resumió el portavoz que, a continuación, se preguntó: «¿Pagamos lo suficiente por los servicios que tenemos?».

Lo que anunció ayer a los medios de comunicación, lo hizo antes de decírselo al alcalde de la ciudad, aunque todo hace indicar que éste aceptará de pies juntillas buena parte de las propuestas de un concejal que asumió el pasado mandato la responsabilidad en el área de Hacienda (de la mano entonces de la coalición CLr-Claro) y que sabe de qué está hablando en materia de ingreso y gasto; de hecho, casi todo el mundo considera que buena parte de las directrices en el presupuesto de 2016 serán marcadas más por él que por el edil responsable del área, Rafael Almagro, de quien el PSOE ha criticado que esté a media dedicación para mantener su trabajo en el banco, al tiempo que se preguntan cómo compagina ambas actividades.