El alcalde de Algorfa, Manuel Ros (PSOE), acusó ayer a su antecesor, Antonio Lorenzo (PP), ahora portavoz en la oposición de haber intentado quedarse el teléfono móvil público, un «IPhone 5», valorado en 500 euros, y lo hizo en una comparecencia para relatar lo que han tenido que hacer, dijo, para recuperarlo tras dos meses. Según Ros, Lorenzo, tras tener que abandonar el cargo, «se quedó» con el teléfono mientras las facturas seguían girándose al Ayuntamiento «por un importe de 80 euros, aproximadamente».

El Consistorio le pidió al actual portavoz del PP que devolviese el terminal, algo a lo que «se negó, defendiendo que estaba a su nombre», según Ros, quien apostilló que era municipal al punto de que la compañía telefónica no dejó cambiar de titular. Finalmente, el 17 de agosto el equipo de gobierno solicitó a Lorenzo la devolución del móvil y la tarjeta SIM y el exalcalde lo entregó. Según Manuel Ros, su antecesor en el cargo ha intentado «salir del enredo de manera discreta», así que le pidió que se tomara «unas vacaciones para reflexionar, tranquilizarse y asumir dónde le han puesto los ciudadanos».