Estoy apesadumbrado, muy apesadumbrado, a la par que quejoso, muy quejoso. El motivo no es otro que hace unas semanas en la Revista Forbes ha sido publicada la lista de los hombres y mujeres más ricos del mundo, mundial.

Mi lamento se ciñe en que al leer la famosa lista no aparece mi nombre. Eso sí, como es habitual encabezando la lista, aparece Bill Gates, sí el de Microsoft, el que con 14 años comenzó a experimentar en la cochera de su padre con un utópico proyecto y mira por donde€.

Con el número dos el magnate mexicano Carlos Slim, Telecom. En tercer lugar el inversionista estadounidense Warren Buffet -84 años-con solo una fortuna de 72 mil millones de dólares. En el puesto número cuatro el español Amancio Ortega -79 añitos-, sí el de Zara, meritorio personaje, según dicen, empezó diseñando ropa en la sala de su casa junto con su esposa Rosalía.

En quinto lugar Larry Ellison, de Oracle. Saltamos algunos y en el nº 10 detectamos a Liliane Bettencourt -92 añitos- L´Óreal. Le siguen los Walton: Christy, Jim, Alice y otros tantos. Es de destacar en la larga lista al multimillonario más joven del planeta tierra un tal Evan Spiegel -24 años-.

Me he tomado la molestia de visionar una y otra vez la dichosa lista, pues nada, no hay manera, no aparece mi nombre. Es por tanto que voy a demandar a los responsables de tamaña omisión.

Ya que yo soy un hombre rico, riquísimo. Y si no me creen, vean: Disfruto de una vida que cultivó y posteriormente me regaló mi madre, desde luego con la insustituible colaboración de mi vigoroso padre.

Salud radiante, vigor y fuerzas que conservo por obra y gracia de tres ángeles que se cruzaron en mi camino. En particular está mi Ángel -que no Ángela- de la guarda, mi catedral, esposa entrañable que apostó por mí y me da, insistentemente, lo mejor de su vida.

La misma que me dio, yo aporté sin lugar a dudas las semillas, doy fe, cuatro hijos maravillosos de los que recibo parabienes, felicidad, dedicación, sin tasa ni medida. Disfruto de seis nietos/as, de momento, con los que paternalizo.

Llegado el caso; algunos/as de los/as amigos/as que dicen conocerme, suelen comentar que soy insaciablemente sociable, dialogante, incluso algo paternal. Amigos/as que sienten cierta predilección por mí, a pesar de mis defectos, queson muchos. Lo que les agradezco entrañablemente. Cuando me encuentro ocioso, algún sábado en la tarde o domingo, escribo alguna columna que sale publicada en un periódico de tirada espectacular. Columna que leen con interés, lo que escribo mal y a veces excesivamente apasionado.

Tengo una casa llena de libros, sin orden ni concierto, lo que a mi catedral le molesta soberanamente. Fomento el consumo de limón "y déjate de inyección". Gracias a este manjar de dioses conservo una lucidez que ya quisieran muchos otros y otras.Me apasiona cuidar y fomentar el Medio Ambiente. "Los ejemplos arrastran, las doctrinas se archivan".

Tengo los cinco sentidos en orden: manos que acarician, piernas que caminan. Me desvivo en adoptar a la par que transmitir máximas como: "Si alguien te dice es imposible, sólo es que esa persona no sabe hacerlo". "Gasta más horas realizando que soñando€." "La inspiración existe pero tiene que encontrarte

trabajando".

Reconozco que he sido afortunado al tropezar, caer y volver a levantarme. Dicen de la suerte. Ciertamente, la suerte está ahí, procede ir en su búsqueda y captura, con tesón y voluntad se llega.

No me rindo ante imponderables. Procuro ser justo y equitativo. No tolero las injusticias. Apuesto por

hermanarme con los que sufren. ¿Habrá, entonces, fortuna más inmensa que la mía?

Pues bien, a pesar de cuanto antecede, mi nombre no figura en el ranking de los hombres más ricos del planeta tierra ¿A qué obedece tamaño desatino? Vaya usted a saber€. Lo importante para mí es saber cómo me consideráis vosotros ¿Rico o pobre? Lástima el pobre, que solo tiene eso€, mucho dinero