Orihuela pone a disposición de los turistas una oficina de información en la plaza de la Soledad para conocer cuáles son los lugares que no puede perderse ningún visitante de la ciudad, aunque ¡cuidado! porque los lunes la mayoría de museos y monumentos permanecen cerrados al público. También hay disponibles puntos de información en Orihuela Costa y en el centro comercial Zenia Boulevard. Los trabajadores no dudan en recomendar acercarse primero a la Catedral de El Salvador, a escasos pasos de la oficina de turismo, en la calle Mayor.

La catedral fue construida, inicialmente, como iglesia parroquial, pero pasó posteriormente a ser colegial, arciprestal y, finalmente, catedral en el siglo XVI. En su interior hay que destacar la rejería, el órgano barroco y el coro del siglo XVIII. Muy cerca se encuentra también el Museo de Arte Sacro, dedicado a la conservación y divulgación de bienes de valor histórico y artístico. Se ubica en el corazón del casco histórico de la ciudad.

Y una visita obligada, le guste más o menos la poesía, es la casa-museo de Miguel Hernández (visita gratuita). Podrá ver el hogar del poeta y comprobar que allí sigue el olivo del que habla en sus escritos. En esta casa vivó con sus padres y hermanos desde 1914 hasta 1934, donde se conserva el mobiliario y ajuar doméstico típico de las viviendas oriolanas de principios del siglo pasado, junto con fotografías de distintos momentos de la vida del poeta.

Si le convence la visita, puede acercarse al barrio de San Isidro, para conocer la Ruta de los Murales, que reivindica la figura y obra del poeta. Pintores de la talla de Arcadio Blasco, Azorín y Castejón plasmaron allí sus obras en 140 fachadas que cada año se siguen completando con más creaciones convirtiendo una zona degradada en pintoresca.

El Museo de la Reconquista, así como el Museo de la Muralla, situado en el sótano del edificio «Casa del Paso», en el campus de las Salesas, de la Universidad Miguel Hernández, ayudan a conocer las fiestas y el pasado. El último alberga un importante yacimiento, puesto en valor tras varias fases de excavaciones realizadas entre los años 1998 y 2000. Allí se encuentra la muralla, los baños árabes, las viviendas islámicas y un palacio gótico bajo el actual edificio universitario.

El colegio Diocesano de Santa Domingo es otro de los puntos a visitar. El convento es Monumento Nacional y el más grande de la Comunidad Valenciana. En 1547, el oriolano Fernando de Loazes, entonces obispo de Lérida, fundó en el convento un colegio de dominicos para impartir enseñanzas a religiosos de la Orden de los Predicadores.

Otra visita es el Santuario de Monserrate, un templo barroco de transición al neoclásico. Allí se encuentra la Capilla del Hallazgo, donde, en una cueva, apareció la imagen de la Virgen, según cuenta la tradición. En la iglesia se conserva un apostolado de autor anónimo, formado por 13 lienzos; en las pechinas de la cúpula, lienzos atribuidos a Antonio de Villanueva de finales del siglo XVIII.

La ciudad también ofrece dieciséis kilómetros de costa, con playas distinguidas con banderas azules como Punta Prima, Cala Flamenca, Aguamarina y Campoamor. Así, ha conseguido este año ser el municipio con más banderas azules en toda la Comunidad Valenciana, junto a Cullera y Valencia.