Como cada 14 de agosto desde hace 29 años, Callosa de Segura celebró ayer la Demostración Nacional de los Trabajos Artesanales del Cáñamo para recordar un oficio que situó a la localidad en el primer puesto de la producción nacional cañamera y que supuso la semilla de su actual industria de hilos, cuerdas y redes fabricados con fibra sintética.

La muestra, celebrada en el marco de las fiestas patronales y de Moros y Cristianos, recreó los trabajos artesanales con los que antaño se empleaba esta fibra para confeccionar suelas, botas y zapatillas, hilos y redes y contó con antiguos trabajadores de los distintos oficios del cáñamo, como el agramado, espadado, rastrillado o trenzado.

Como novedad, el evento incorporó una Feria de productos de los nuevos usos del cáñamo, exponiendo artículos como jabones, ladrillos, aceites, dulces y hasta cerveza elaborados a partir de esta materia de origen vegetal cuya producción trata de relanzarse ahora con nuevas investigaciones y cultivos experimentales. En la actualidad, el municipio está a la espera de que el Consell apruebe el expediente para declarar Bien de Interés Cultural los oficios del cáñamo y el conjunto patrimonial ligado a esta actividad que incluye el Museo del Cáñamo y Ruta de la Arquitectura del Cáñamo.