La XXIX Demostración Nacional de los Trabajos Artesanales del Cáñamo ha reunido esta mañana a cientos de personas en Callosa de Segura, donde cada 14 de agosto se recrean los trabajos artesanales con los que antaño se empleaba esta fibra para confeccionar suelas, botas y zapatillas, hilos y redes.

La muestra ha estado organizada por la Escuela y Museo del Cáñamo de Callosa de Segura, presidido por Roque Francisco Albert, y ha congregado a antiguos trabajadores de los distintos oficios del cáñamo, como el agramado, espadado, rastrillado o trenzado de soga, a quienes se les ha entregado un diploma conmemorativo. En el acto han participado igualmente los cargos festeros y de las comparsas de Moros y Cristianos que viven estos días sus días grandes con la celebración de los festejos patronales en honor a San Roque.

Como novedad, el evento ha incorporado este año la primera Feria de productos de los nuevos usos del cáñamo, exponiendo artículos como jabones, ladrillos, aceites, dulces y hasta cerveza elaborados a partir de esta materia de origen vegetal cuya producción trata de relanzarse ahora con nuevas investigaciones y cultivos experimentales.

En la actualidad, el municipio está a la espera de que el Consell apruebe el expediente para declarar Bien de Interés Cultural los oficios del cáñamo y el conjunto patrimonial ligado a esta actividad que incluye el Museo del Cáñamo y Ruta de la Arquitectura del Cáñamo.

Los asistentes han podido degustar bebidas para mitigar el calor como "las palomas" y "los canarios", y se ha ofrecido una degustación de productos del Mercado de Abastos de la localidad. Así, los más jóvenes han podido conocer un poco mejor los orígenes de la actividad agrícola y artesanal que situó a Callosa en el primer puesto de la producción nacional cañamera, una herencia que ha posibilitado que la localidad sea hoy la principal productora de hilos, cabos, cuerdas y redes de fibra sintética.