La mayoría de los miles de paseantes que han observado la robusta y blindada cabina de Ofipol de la Guardia Civil en pleno paseo Vista Alegre durante el último año no han acertado a adivinar para qué sirve exactamente.

La Guardia Civil hizo ayer un esfuerzo de divulgación y mostró el funcionamiento de la denominada Oficina Policial Permanente (Ofipol) que debería estar funcionando a pleno rendimiento desde hace meses. Anunció que a su función principal de denuncia por videoconferencia hay sumarle la una especie de «habitación del pánico» en la vía pública. Se trata de una cabina inteligente -aire acondicionado y videovigilancia, materiales antivandalismo, y un aspecto de «teletransportador» que le ha granjeado más de un apodo-, en la que los ciudadanos pueden tener acceso a una atención «inmediata, directa y cercana» con las fuerzas de seguridad, formular su denuncia ante un agente en tiempo real e, incluso, «servirle como punto de protección física contra posibles agresiones que estuviera sufriendo en ese momento» -el habitáculo es inaccesible desde fuera en el momento que se cierran las puertas-.

«Una habitación del pánico» en la que guarecerse y contactar de forma directa por videoconferencia con la Guardia Civil, tal y como explicó portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, Francisco Lorenzo.

Para formular una denuncia, una vez en el interior de esta oficina blindada, el usuario deberá conectar la pantalla, digitalizar su DNI -NIE o pasaporte en caso de ser extranjero- por ambas parte y, a través de videoconferencia directa con agentes, expondrá los hechos que inmediatamente quedarán recogidos en una denuncia que generará el mismo sistema tras la firma digital. Como punto de protección física y auxilio contra agresiones o delitos de violencia la cabina cuenta con un avanzado sistema de seguridad capaz de procurar protección inmediata a la persona que, en ese preciso momento, pudiera estar siendo víctima de un robo, agresión u otro ilícito penal. Todo ello hasta la llegada de los efectivos policiales que, dada la proximidad del acuartelamiento, sería en escasos minutos. En caso de que la persona que proceda a su uso tenga asuntos pendientes con la justicia, según ha explicado Lorenzo, automáticamente las puertas quedarán bloqueadas hasta que los agentes lleguen al lugar para proceder a su detención.

¿Cuánto ha costado la singular cabina, única en España y dotada de tecnología alemana? Ayer no se dijo. Algunas fuentes elevan el presupuesto por encima de los 150.000 euros. Se instaló en el verano de 2014 y ahora parece que puede comenzar a ser de utilidad.