El Hospital Vega Baja, emplazado en Orihuela y que presta cobertura sanitaria a 18 municipios de la comarca, continúa sin director casi dos meses después de que Emilio Bascuñana renunciara al cargo para comenzar su andadura como nuevo alcalde oriolano. El gobierno valenciano todavía no ha nombrado a un sustituto y hasta ayer mismo los responsables de comunicación de la Conselleria de Sanidad admitían no saber cuándo se eligirá al nuevo director.

Distintas fuentes sindicales del centro hospitalario señalaron ayer que son algunos jefes de área los que de forma provisional se están haciendo cargo de la gestión del centro hospitalario -que cuenta con unos mil profesionales-, si bien valoraron que no se han registrado problemas derivados de la ausencia de la figura de director.

Los únicos inconvenientes que se han producido en las últimas semanas han sido algunas molestias en el área de Urgencias como consecuencia de las obras de ampliación que se están acometiendo para agrandar en 483 metros cuadrados la superficie útil del hospital. A este respecto, fuentes de la Conselleria de Sanidad señalaron ayer a este diario que las obras se reanudaron a mediados del mes de julio después de que sufrieran un parón de más de dos meses por un conflicto surgido entre las dos empresas adjudicatarias: Tarancón Infraestructuras SLU y Serrano Aznar Obras Públicas.

Dicho parón ha motivado que la UTE adjudicataria incumpliera el plazo de entrega de la obra, aunque no se barajó la posibilidad de rescindir el contrato dado que, entre otras cosas, coincidió con el cambio de gobierno del Consell. Así, fuentes de la Conselleria de Sanidad apuntaron ayer que la obra «se realizará en diferentes fases para interferir lo menos posible la actividad asistencial del centro» y que «está previsto que la última fase de estas obras finalice aproximadamente a mediados de octubre, pero puede haber variaciones en los plazos».