El equipo de gobierno del Partido Popular de Orihuela, encabezado por el alcalde Emilio Bascuñana, ha sellado un acuerdo inicial con Ciudadanos para elaborar de forma conjunta el presupuesto de 2016. Así lo anunció ayer el regidor, quien compareció por primera vez junto al portavoz de la formación naranja, Juan Ignacio López-Bas, para explicar que tratarán de consensuar las cuentas que regirán la economía municipal durante el próximo año. El apoyo de Ciudadanos, que cuenta con tres ediles, supone un balón de oxígeno fundamental para que el PP pueda aprobar los nuevos presupuestos dado que no cuenta con mayoría absoluta y parece muy difícil que pueda alcanzar un pacto con alguno de los otros tres partidos de la oposición -PSOE, Cambiemos y Foro Demócrata-.
Bascuñana señaló ayer que el ejecutivo local desiste así de aprobar un presupuesto para este año y seguirá con las cuentas que se encuentran prorrogadas desde 2012, el único año en el que la anterior Corporación reunió la mayoría necesaria para su aprobación. Ahora, tanto PP como Ciudadanos rechazan la posibilidad de aprobar unas cuentas para lo que queda de 2015 ya que sólo restan cuatro meses y medio para que acabe el ejercicio y ven conveniente centrarse en las del próximo año. Todo ello teniendo en cuenta que no se sabe cómo de fluido será el debate entre ambas formaciones.
Aunque todavía no se conoce el montante al que podría ascender el presupuesto de 2016, el edil de Hacienda, Rafael Almagro, señaló a INFORMACIÓN que, a falta de más datos, lo que sí es seguro es que «el montante total será similar al actual», al no haberse aumentado la recaudación por parte del Ayuntamiento en estos últimos tres años, por lo que la cuantía rondará los 68 millones de euros de los ejercicios anteriores.
«Han sido años difíciles, por lo que, por precaución, no podemos incrementar las previsiones de ingresos, para evitar desajustes y que sean lo más realistas posibles», añadió Almagro. El responsable de las cuentas municipales tiene claro que «es necesario darle un impulso social a los presupuestos, aumentando la partida destinada a este fin».
Gasto social
Precisamente el gasto social fue uno de los puntos más criticados durante la legislatura anterior en materia presupuestaria por parte de los diferentes partidos de la oposición, circunstancia que, sin embargo, no pudo modificarse al prorrogar el documento financiero durante tres años.
Una de las banderas del anterior equipo del PSOE y Los Verdes y que hizo aguas antes siquiera de iniciar los primeros pasos fue la inversión de los 4,6 millones de euros obtenidos por la venta de suelo de la Costa en diferentes proyectos repartidos por el casco urbano, la Costa o pedanías.
La anterior edil de Hacienda, Carolina Gracia, actualmente portavoz del grupo socialista, apuntó en reiteradas ocasiones, desde que se anunciase en el número del pasado otoño de la revista municipal Orcelitania el desarrollo de estos proyectos, que «serían factibles durante lo que quedaba de legislatura (en referencia a la anterior», a falta de una autorización de intervención para cambiar el destino de ese dinero que nunca llegó. La demolición y recuperación de la plaza de toros era una de los proyectos estrella de esa partida de inversiones, algo «en lo que tendremos que trabajar, aunque habrá que estudiar la mejor solución», apunta Almagro.
Gracia también apuntó hace meses que el Ayuntamiento estaba a la espera de la elaboración de un plan económico financiero que «finalmente no será necesario», asegura el actual edil de Hacienda. El documento, adjudicado por 14.500 euros a una empresa externa, levantó las críticas de CLr-Claro al haberle sido adjudicado a la consultora investigada por la salida a Bolsa de Bankia, la mercantil Deloitte.
