La localidad salinera de Torrevieja puso ayer fin a las fiestas en honor a San Emigdio, a quienes los fieles confían la protección de la ciudad en cuanto a terremotos. A lo largo de toda la semana se desarrollaron diversos actos en el barrio del Calvario que alcanzaron ayer su punto álgido con la celebración de la misa y su posterior procesión por las calles de la ciudad, reuniendo un año más a decenas de devotos que siguieron la imagen del santo durante todo su recorrido desde la Ermita de San Emigdio, acompañados por la Sociedad Musical Ciudad de Torrevieja-Los Salerosos, finalizando en la Plaza del Calvario.

La veneración al santo tiene su origen en el terremoto que destruyó parte de los municipios de la Vega Baja en 1829, por lo que aún hoy reúne a un gran número de seguidores.

Los actos se iniciaron el miércoles con una gran chocolatada con mona gratis para todos los socios, el jueves se inauguró la barraca popular, con regalos y actos que se prolongaron hasta ayer.