Dos caídas de cascotes en menos de 24 horas, una en la zona de la playa de los locos, que desató ayer la indignación vecinal tras las actuaciones de los efectivos de Bomberos el sábado en el barrio e San Roque, donde se vieron obligados a asegurar parte de la terraza y balcones de los inmuebles donde se han registrado estos desprendimientos. La suerte quiso que la caída de escombros se produjese directamente en la vía pública, sin caer encima de ningún viandante, pero los residentes temen que, visto lo ocurrido, se produzcan nuevos desprendimientos en los que sí haya que lamentar heridos. Y es que la zona en la que se produjeron ayer los hechos está prácticamente en segunda línea de playa, por lo que la afluencia de vecinos y turistas por el barrio es muy amplia, por lo que los vecinos exigen que se tomen medidas para evitar nuevos sustos y, sobre todo, consecuencias más graves derivadas de casos como este.