El alcalde de San Miguel de Salinas Ángel Sáez (PP), que gobierna con el respaldo de UPyD, no tuvo ningún reparo en negar la palabra a los vecinos que acudieron al pleno ordinario al tiempo que aprobaba la nueva ordenanza de participación ciudadana y transparencia municipal.

El pleno del pasado 30 de julio aprobó la denominada ordenanza «por la transparencia, la información y buen gobierno». La ordenanza, en su exposición de motivos, explica que «la transparencia y su consecuencia práctica, la participación, como dos principios fundamentales de los estados modernos» y apuesta por «el gobierno abierto además de agregar que la Administración local es la más cercana al ciudadano y el cauce inmediato de participación de éste en los asuntos públicos». Según la Asociación de Vecinos de San Miguel «la letra y el espíritu del texto aprobado se da de bruces con el ejercicio diario del gobierno por el bipartito». Los ediles «no se ruborizan lo más mínimo con la aprobación de la ordenanza y negar el uso de la palabra al presidente de la asociación, colocar los plenos en horario intempestivo, no abrir a la participación en el apartado de ruegos y preguntas o no contestar escritos de los vecinos, como los de la asociación. La ordenanza nace muerta», según la misma fuente.

Cierto es que es una ordenanza tipo, de la que deben dotarse todos los ayuntamientos antes de fin de año. Un trámite para el alcalde.