Más de 8.000 jóvenes disfrutaron anoche, y continuarán previsiblemente hasta la mañana de hoy, del Campoamor Music Festival, según las primeras estimaciones policiales, el evento musical surgido a raíz de la tradicional fiesta de disfraces que comenzó hace 16 años promovida por la discoteca Xairo. Sin embargo, este año, no fue el local de ocio el organizador del festival, sino la empresa que ya el año pasado trató de realizar un macrobotellón en Campoamor coincidiendo con la tradicional cita de disfraces.

Con el fin de acabar con el mcarobotellón paralelo a esta fiesta de disfraces, que ya es habitual en la costa oriolana el primer miércoles de agosto, la Policía Local valló el solar donde se ubicaba el antiguo mercado, así como el acceso a la zona residencial de Campoamor, para impedir el paso de los miles de jóvenes que se concentraron en la urbanización del litoral oriolano. Pero la medida de seguridad provocó que los jóvenes trasladaran el botellón a la zona de acceso y los alrededores de las instalaciones donde se celebró el festival de música. De hecho, un gran número de asistentes ni siquiera llegó a entrar al evento, acudiendo tan solo a la fiesta alternativa.

La edil de Seguridad Ciudadana, Mariola Rocamora (PP) aseguró horas antes del evento que «el dispositivo es el acordado y necesario para la celebración de este festival, que se celebra por primera vez, obviando la tradicional concentración de jóvenes que reúne la tradicional fiesta de Campoamor en el primer miércoles de agosto», de la que «no tengo constancia, ya que nunca he ido y no está autorizada». El objetivo de todos estos vallados fue «canalizar al público hasta la entrada del festival» apuntó la edil. Es decir, garantizar que su lugar de acceso les deparase hasta el recinto donde se desarrolló el evento y no a las zonas de fiesta paralelas de alrededor.Sin embargo, la medida provocó que el botellón acabará realizándose a las puertas del evento musical y a la altura de la calle Gloria Fuertes.

Los más «madrugadores» llegaron a partir de las 22.00 horas, cuando comenzó a sonar tímidamente la música en el refugio. Poco a poco fueron acudiendo más jóvenes, sorprendidos y confundidos ante estas medidas de seguridad al encontrarse valladas las zonas de habitual afluencia en esta fiesta de carnaval.

A medida que fueron pasando las horas se fue intensificando la presencia del público en las inmediaciones, sobre todo a partir de la media noche. El vallado y las medidas de disuasión para el botellón llegan días después de que el pleno aprobase una moción para acabar con los botellones en la zona de Campoamor, que cada sábado reúne a cientos de jóvenes en esta urbanización de Orihuela Costa, y que salió adelante con el apoyo de toda la Corporación, a excepción de Cambiemos Orihuela.

Hasta la 1.30 horas de la madrugada de hoy no se había producido ningún incidente grave durante la fiesta, aunque si se contabilizaban cuatro atenciones por parte de los servicios sanitarios, una de ellas por una torcedura de tobillo debido a la mala visibilidad de la zona de campo.