El cierre definitivo del vertedero de Proambiente tras la clausura del paso de Abanilla (Murcia) por orden judicial -avanzado por este diario el 16 de junio pasado- no es suficiente para acabar con los continuos problemas generados por los lixiviados -100.000 litros acumulados, según este colectivo- y que los vecinos de La Murada llevan sufriendo, y denunciando, desde hace años. Enterramientos de basuras y fugas de parte de los vasos que forman las instalaciones del vertedero son solo un pequeño ejemplo, aseguran, de la herencia dejada por la mercantil ligada a Ángel Fenoll y que han elevado las quejas de los residentes hasta Bruselas en una ardua batalla vecinal concentrada en la plataforma Vertivega.
El juzgado ordenó el cierre definitivo después de que el Seprona detectara nuevos enterramientos de residuos -solo estaba autorizada la selección de basura- y de que la empresa incumpliera el plan de restauración. La puntilla fue la falta de clientes -solo dos municipios murcianos, tras la decisión de Torrevieja de llevar la basura a Elche-. Y el remate final fue la llegada de un gobierno municipal a Abanilla (Murcia) que nunca autorizará el vaso 3, el único que hubiera dado posibilidad a Proambiente de seguir con su actividad.
La plataforma luchará ahora por la limpieza de la zona, centrándose en las 44 hectáreas que comprenden los vasos uno y dos del vertedero de Proambiente, situada en término municipal de Orihuela, apuntó ayer a este diario Vicente Pérez Basanta, portavoz de Vertivega. Según Vertivega durante dos décadas el tratamiento de lixiviados se limitó a cambiarlos de ubicación de un lugar a otro del recinto sin tratarlos. Una parte de esos residuos ha acabado fuera del vertedero, en vaguadas y barrancos próximos del campo de La Murada.
Negociaciones
Vertivega también ha solicitado una reunión con el primer edil de Orihuela, Emilio Bascuñana, sin fijar fecha todavía. «El alcalde nos ha comunicado que tenemos todo su apoyo», apuntó Pérez, por lo que esperan que el Ayuntamiento les siga respaldando en esta lucha. De la misma forma, la plataforma se ha puesto en contacto con la Conselleria de Medio Ambiente para mantener un acercamiento con sus nuevos responsables. Las negociaciones pasarán por exigir esa limpieza y estudiar la ubicación del próximo vertedero que contempla el Plan Zonal de la Vega Baja, cuya construcción sigue paralizada. En cuanto a la primera cuestión «sabemos que hay una empresa francesa interesada en acometer la limpieza, a cambio, suponemos, de aprovechar la energía sustraída» derivada de la biomasa, aseguró el portavoz. En cuanto a la segunda explicó que «hemos mantenido contactos con los 27 municipios de la comarca y hay un Ayuntamiento, en el corazón de la Vega Baja, que se ha mostrado predispuesto a acoger el vertedero».
Unas instalaciones que pasarían por «una planta que separe automáticamente los residuos para su reciclaje y que convierta aquello que no puede reciclarse en pellets», una sustancia utilizada como combustible en las centrales de biomasa para obtener energía.
En el marco de estas reivindicaciones, la plataforma mantuvo el pasado viernes una reunión para elegir a una nueva junta directiva que encabeza la voluntad vecinal en su lucha con las distintas administraciones. Rafael Torá será el nuevo presidente de la entidad, por lo que el pasado viernes, en la reunión, ya inició los primeros contactos con el alcalde de Abanilla, presente en la reunión.
