La pasión por la música coral ha llevado a los niños del coro del colegio Manuel de Torres de Almoradí hasta el municipio de Vic, en la provincia de Barcelona, para participar en el Festival Internacional de Música de Cantonigròs, que se celebró del 16 al 19 de julio. Conchi Meseguer, directora del centro, asegura que los niños vivieron los actos como «algo maravilloso». «Fue mucho mejor de lo que pensamos, ha sido una experiencia muy participativa».

El ambiente festivo envolvió a los pequeños cantantes, que actuaron y disfrutaron del resto de conciertos durante todos sus días de estancia. El coro viajó compuesto por un grupo de alumnos entre los 7 y los 14 años. «Para acceder al recinto llevábamos una pulsera y los niños todavía no se la han quitado», recuerda Meseguer. Un símbolo de la alegría con la que vivieron el viaje.

El coro escolar realizó tres actuaciones, dos de ellas en el teatro del festival y otra en un pasillo de la área de pediatría del hospital de la localidad, para convertir en alegre y especial uno de los momentos que los niños ingresados pasaban en el centro. Los pequeños cantaron canciones de brujas, con las que crearon un emotivo ambiente.

Los miembros del coro actuaron también en la competición infantil del festival. «Participamos para mejorar y ensayar más, ganar estaba muy difícil», explica la directora. «No aspirábamos a ningún premio, solo a una buena puesta en escena». Los niños terminaron el festival sin victoria, pero con la sorpresa de la entrega de un premio extraordinario por su trabajo, saltándose así el jurado las bases del concurso para homenajear a los pequeños. «El coro fue muy aplaudido y felicitado».

Convivencia internacional

El coro estuvo hospedado en un albergue junto a grupos de otros países. «Estábamos rodeados de mucha gente, un día los niños salieron a la calle cantando y miembros de otro grupo continuaron la canción. Lo pasamos muy bien», relata la directora. Meseguer explica que el personal voluntario del festival estaba muy bien organizado y se implicaba mucho con los niños. «Teníamos una persona encargada de nosotros que no se separaba, nos llevaba a cenar, al teatro y al resto de sitios».

La directora describe la experiencia como «increíble», como así la vivieron los padres de los niños. Cinco de ellos acompañaron a sus hijos como monitores, para ayudar al grupo a organizarse para las duchas, vestirles, levantarlos y llevarlos a desayunar. Otro padres viajaron a Vic para disfrutar de los conciertos, donde se congregaron muchos vecinos de Almoradí, según asegura la directora. Tras el viaje, el Ayuntamiento recibió al coro en un acto presidido por el alcalde y los concejales.

El coro escolar participó en el festival de música gracias a los 6.000 euros que el Ministerio de Educación le concedió en una de las competiciones celebradas y en la que el grupo consiguió el primer premio. Así, accedieron al festival internacional y fueron seleccionados entre grupos de varios países.