La principal vía de conexión entre Orihuela con Bigastro, Torrevieja y la Costa oriolana, la carretera CV-95, quedó ayer abierta al tráfico de forma definitiva tras años de obras del tren de Alta Velocidad que la mantenían cerrada al tráfico, y obligaban a realizar un rodeo considerable a los conductores. El paso de la CV-95, via que utilizan entre 9.000 y 12.000 vehículos al día, según los datos del Ministerio de Fomento, se produjo ayer a mediodía.

El primer edil Emilio Bascuñana visitó ayer este tramo de carretera, todavía señalizado de forma provisional y con algunas restricciones, y que ha sido abierta al tráfico, tras la reunión mantenida entre el primer edil y la dirección general de Adif el pasado miércoles.

El alcalde, que primero presentó esta posibilidad de apertura como algo casi insalvable ante la opinión pública para luego anunciarlo por sorpresa como un logro la apertura, dijo que se reunirá con los vecinos para establecer un plan de mejora del barrio, previsiblemente entre los meses de agosto y septiembre. Ante este anuncio, los vecinos de la zona, prácticamente incomunicada hacia el exterior del casco urbano desde hace un año, mostraron su satisfacción y solicitaron la instalación y mejora del alumbrado, y de un plan de emergencia ante el impacto de las posibles lluvias torrenciales de gota fría.

«Queremos que el barrio quede bonito, ya que es una de las entradas a la ciudad», dijo uno de los portavoces de los vecinos.

Algunos de los propietarios de los comercios de Duque de Tamames, que se han visto perjudicados por las obras del AVE y por el cierre del acceso de la CV-95, también acudieron al acto para mostrar sus reivindicaciones a los cargos públicos. También acudió el presidente de la Asociación de Comerciantes (ACMO), Daniel Hernández,

Los comerciantes han declarado que sienten con alivio la apertura de la vía, ya que habían notado descenso en el número de personas que se acercaban a sus comercios desde pedanías y municipios cercanos.

La CV-930

Bascuñana señaló que «ahora tenemos que avanzar con la negociación del convenio y con otras recuperaciones como la CV-930 -la ronda de Orihuela-, porque también es importante para los oriolanos. Vamos a trabajar para que se pueda restablecer cuanto antes».

El regidor anunció también que la CV-95 enlazará con la CV-930 y que el actual paso de la CV-95 pasará a ser una calle urbana, por lo que el futuro será trasladado a otra avenida paralela a las vías del tren, aunque las obras todavía no tienen fecha de finalización.

Con las obras del AVE prácticamente terminadas y con varios años de margen para decidirlo y negociarlo con Adif, el municipio no sabe todavía como podrá afrontar el impacto urbanístico del trazado - la mayor parte a cielo descubierto, pegado al casco urbano y que ha eliminado pasos al mismo nivel- y si deberá abonarlo en solitario - el famoso convenio-.