La apertura del paso de la CV-95 a Bigastro, junto al colegio Oleza, es una reivindicación que vecinos, comerciantes y el Ayuntamiento llevan realizando a Adif desde hace meses, sin éxito. De hecho, el Ayuntamiento ya anunció el pasado mes de abril una apertura que al final quedó en el aire, y no era la primera vez. Para el actual alcalde, Emilio Bascuñana (PP) «no existe ninguna razón técnica» para que una de las vías principales de salida del municipio continúe cerrada, por lo que hoy viajará a Valencia para mantener una reunión con la dirección general de Carreteras de la Comunidad para exigir la apertura de la vía, ya que se trata de una carretera que pertenece a la Generalitat.

El primer edil apuntó ayer a que Adif condiciona la apertura de la carretera a la firma del convenio que lleva años en los cajones del Ayuntamiento y en el que se detallan las condiciones que asumen ambas partes, tanto la empresa ferroviaria como el Ayuntamiento, en cuanto a mejoras y finalización de las obras de la Alta Velocidad sobre el suelo urbano oriolano. Bascuñana aseguró que, a grandes rasgos, el documento recoge dos bloques que afectan de lleno al Consistorio oriolano, al obligarle a realizar una inversión de seis millones de euros de los que «no disponemos».

En primer lugar, el texto recoge una mejora en las obras que pasan por la adecuación de la losa sobre las vías soterradas del tren por valor de 2,5 millones de euros. En esta cantidad estarían incluidos otros conceptos menores como el paso de la Senda Cascante, recuperar la carretera de Hurchillo o el paso de la CV-95, donde se contemplaba una rotonda en el proyecto inicial.

Un segundo bloque de inversiones ascendería a los 3,5 millones de euros, e iría destinado a un cuarto paso sobre las vías, de nueva ejecución, que conecte el municipio a la altura de la Plaza de Toros y la entrada a Correntías, así como unas mejoras en la rampa de entrada y en la salida del tren a su paso por el casco urbano, en el tramo soterrado.

Compensación

El alcalde anunció que como contraprestación la ciudad recibiría, si ese convenio llega a buen puerto, 5.000 metros cuadrados de suelo con una edificabilidad de techo, si bien no se conocen más detalles de su ubicación. Para tratar todos estos asuntos y buscar otro acuerdo más ventajoso económicamente para la ciudad, Bascuñana se reunirá mañana en Madrid con la dirección general de Adif. «El convenio no es muy claro en algunos aspectos y falta mucha información», apuntó el regidor y lamentó la gestión que se ha realizado en esta materia durante estos años, «aunque no es nuestra intención criticar la labor de Antonio Zapata», el edil socialista que estuvo al frente de Urbanismo la pasada legistatura.