Eran prácticamente las tres de la tarde cuando el himno nacional anunciaba que la Gloriosa Enseña del Oriol, «El Pájaro» como se le conoce popularmente, volvía a su «nido», al balcón del Ayuntamiento de Orihuela, después de una larga jornada que comenzó a las 9.30 horas bajo un sol que fue haciéndose plomizo a medida que transcurría el desfile, uno de las más largos que se recuerdan por un parón que siguió a la Misa de la Reconquista, presidida por el obispo Jesús Murgui y oficiada por el párroco de Benejúzar, Pedro Juárez Gil, y que estuvo cargada de simbolismos, como casi todo lo que ocurre en Orihuela en este día especialmente mágico.

El páter dejó algunas frases que prácticamente enlazan con el discurso del Síndico, Francisco Giménez, la medianoche anterior, cuando éste desde el balcón del Ayuntamiento habló de unidad para recuperar el esplendor perdido en la capital histórica de la Vega Baja. «La Reconquista actual está en las calles, es la Reconquista del mundo y del ser humano», dijo ayer el cura y lo dijo haciendo guiños a la ciudad cuando ésta estaba más viva que nunca, en plenas celebraciones, y sus concejales y cargos festeros allí presentes para escuchar el mensaje. Quizá ver horas después a tres concejales de distinto signo: Rafael Almagro (PP), Víctor Ruiz (PSOE) y Juan Ignacio López-Bas (Ciudadanos) izar al unísono el pendón de guerra, ayudados desde el suelo por el alcalde, Emilio Bascuñana, y el Síndico bajo una lluvia de pétalos y cientos de festeros aplaudiendo resumía un poco de todo ello. Quizá desde hoy Orihuela inicie esa reconquista que tanto se está demandando en estas fiestas.

La ausencia de hasta cinco concejales en el inicio del acto marcó una jornada que, como es tradicional, va creciendo en público a medida que pasan las horas. A las 9.30 horas, cuando se iniciaba desde el balcón del Ayuntamiento el meticuloso y delicado descenso de «El Pájaro» hasta la calle para su traslado a la Catedral, una pequeña comitiva de cargos públicos, festeros y curiosos asistía a la escena. A poca distancia, muchos festeros desayunaban eligiendo entre chocolate con churros o la tradicional «pelotica» de cocido con caldo. Los que faltaron a la cita por diversos motivos fueron Paco Sáez (PP) y Carolina Gracia (PSOE), ambos en la diputación tomando posesión de sus actas; Pepa Ferrando (Foro); y Karlos Bernabé y Marta Guillén (Cambiemos), aunque estos dos últimos se sumaron a la comitiva a media mañana, al finalizar los actos de carácter religioso y, como viene siendo habitual desde que tomaron posesión de sus actas, rompiendo moldes al no cumplir ese protocolo no escrito de máxima gala para este acto. De hecho, el portavoz fue en mangas de camisa tras hablar con el alcalde, que no puso reparos conocedor como es de que no existe ordenanza.

Patrona

La misa marcó un antes y un después en medio del Día del Pájaro. Comenzó ya algo tarde y duró algo más de hora y cuarto. Otros años el desfile que conmemora el aniversario de la Reconquista, de la que se cumplen 773 años, comenzaba a las 12 del mediodía y ayer se demoró hasta las 12.40. El páter, en su homilía, recordó la figura de Miguel Hernández, del Papa Juan Pablo II o de la Madre Teresa de Calcuta, así como de la patrona de la ciudad, la Virgen de Monserrate, y animó a los presentes a escuchar, «las voces de la paz». Como es tradición, el único momento en el que la bandera del Oriol se inclinó fue allí, frente a la Cruz de Cristo y antes de que el obispo diera su bendición con estas palabras: «Las Santas Justa y Rufina nos acompañan».