A las 9.30 horas, la bandera del Oriol ha sido bajada del Ayuntamiento para comenzar una larga jornada de fiesta en la cual será la gran protagonista. En presencia de autoridades, del Síndico, Francisco Giménez, de los cargos de fiesta y de más de 200 festeros -la noche ha sido muy larga-, el pendón de guerra ha tocado suelo con parsimonia a los sones del himno nacional. Las personas congregadas a las puertas del Ayuntamiento han aplaudido este momento tan intenso.

La comitiva, con el Síndico portando el Oriol y una buena parte de los ediles del Ayuntamiento aunque había ausencias -Paco Sáez y Carolina Gracia, que están tomando posesión de sus cargos en la Diputación y los dos ediles de Cambiemos, que no han acudido al acto oficial-, así como Pepa Ferrando (Foro) se han dirigido a la Catedral para recoger las imágenes de las Santas Justa y Rufina. El trono ha salido del templo del Salvador acompañado también por una representación del Cabildo, en la cual no estaba en obispo, Jesús Murgui, quien se incorporó en la misa de la iglesia.

De vuelta a la iglesia de las Santas Justa y Rufina, se han ido sumando muchos festeros y público asistente. En bares de la ciudad, el chocolate con churros o la típica pelotica son un desayuno para pasar una jornada que se anuncia de gran celebración y calor. Orihuela en estos momentos registra casi 30 grados. La comitiva asiste a la misa en estos instantes previa al desfile por la ciudad, donde la explosión de fiesta y júbilo acabará al mediodía en el Ayuntamiento, con el regreso de la bandera al balcón. Allí permanecerá hasta casi la medianoche terminando su ritual.