El alalcade de Torrevieja, José Manuel Dolón (Los Verdes), se ha dirigido por escrito a la empresa adjudicataria de la gestión de las aguas Agamed, al gerente de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) al concejal de Servicios y al Jefe del área del Ayuntamiento para solicitarles que tomen las medidas oportunas para reducir los malos olores que se desprenden de la depuradora de la ciudad, con el objetivo de que desaparezcan.

Dolón ha declarado que el equipo de Gobierno «asume este problema con total coherencia y como corresponsable del correcto funcionamiento de una instalación que está causando serios perjuicios a miles de vecinos de la localidad que tienen que soportar, desde hace muchos años, los malos olores que se desprenden de la Edar».

Para el alcalde este es el primer paso que se da desde el Gobierno para, a medio plazo, poner fin de forma definitiva a esta situación. «Hay soluciones que pueden aplicarse y que van a dar como resultado que nadie tenga que convivir con esto. Habrá que analizar los verdaderos niveles de contaminación odorífera que la EDAR está provocando y sus consecuencias y sobre todo habrá que actuar para tratar de resolver el problema»

El alcalde ha recordado que «los vecinos del Barrio de San Roque realizaron una recogida de firmas para denunciar la penosa situación en la que viven desde hace años y exigiendo soluciones al gravísimo problema que supone convivir a diario con un olor que a veces se hace insoportable».

Los afectados se dirigieron también al Defensor del Pueblo, institución que solicitó al Ayuntamiento que tomara las medidas oportunas para dar una solución al problema. «Pero nunca ha habido una actuación desde el Ayuntamiento que haya afrontado este problema de contaminación odorífera que padecen los ciudadanos de esta zona» ha dicho Dolón.

Además, ha señalado que también se ven afectados los miles de residentes que durante el verano acuden a las urbanizaciones y residenciales de El Paraíso, la urbanización Plan Parcial Meditarráneo, la Veleta, Mar azul, Los Balcones, la Avenida de Pinoso o el citado Barrio de San Roque

En la misma línea ha incidido en que «no puede ser que un bofetón de mal olor sea el que da la bienvenida a todos los turistas que nos visitan y que atraviesan ese punto de la CN -332 para llegar a nuestra ciudad». Las altas temperaturas del verano agravan todavía más la situación. Los malos olores se hacen aún más intensos si cabe, provocando que, a veces, los vecinos ni siquiera puedan abrir las ventanas para refrescar sus viviendas ya que este edor lo invade todo y en consecuencia, de forma directa, está degradando sus condiciones de vida.

El primer edil ha señalado que este problema también tiene una notable repercusión en el comercio y especialmente en la hostelería de la zona, ya que «resulta realmente difícil poder llenar las terrazas de bares y restaurantes con este olor flotando en el ambiente».