El incendio no supuso grandes daños materiales. Pero tuvo otras consecuencias imprevistas. Los bomberos y la Guardia Civil acudieron sobre las siete y media de la tarde ayer a la urbanización Torrealmendros para atender el aviso de un incendio declarado en una vivienda de este residencial. A la llegada de las fuerzas de seguridad y emergencias, el foco de las llamas de un pequeño incendio originado en un toldo ya había sido extinguido con una manguera. Pero algo obligó a «intervenir» a los agentes desplazados, ya que éstos no pudieron eludir la contemplación en el mismo emplazamiento, la azotea de la casa, de varios macetones con plantas de cannabis de dimensiones considerables.

El debate en el vecindario estaba servido. Máxime cuando no fueron los inquilinos de la vivienda sino unos vecinos los que dieron la voz de alarma a los servicios de emergencia, al ver que el incendio iba a más, al detectar llamas y humo.

Legislación

La nueva legislación -la denominada Ley Mordaza-, que entró en vigor el pasado 1 de julio, ha endurecido las sanciones por el cultivo de cannabis aunque sea para autoconsumo. La legislación sigue multando el consumo en público pero ahora también ha añadido el cultivo, si se realiza desde un lugar visible desde el exterior, por ejemplo, una terraza.

No está claro si es el caso, dado que los agentes se encontraron las plantas al entrar en la vivienda y acudir a la azotea. La Ley Mordaza sanciona este cultivo como infracción grave con multas que van desde los 601 a los 30.000 euros. La legislación dice también que para entrar en una vivienda es necesaria una orden judicial. En este caso, los agentes accedieron para atender una urgencia con lo que la posible infracción puede quedar en el aire al encontrar las plantas «por sorpresa».