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Vender casas en cualquier idioma

El auge de compras de inversores chinos y rusos invita a las inmobiliarias a adaptar su imagen a la lengua de nuevos mercados

El litoral de la Vega Baja continúa siendo un emplazamiento atractivo para extranjeros que desean adquirir propiedades inmobiliarias junto al mar. La irrupción de nuevos mercados potenciales, principalmente el chino y el ruso, ha motivado que algunas inmobiliarias hayan dado ya el paso de traducir los carteles de sus negocios para atraer a unos compradores que demandan viviendas de hasta medio millón de euros y que pagan al contado sin necesidad de financiación. Los nuevos clientes se convierten así en un importante activo para los negocios que gestionan la compra-venta de adosados, viviendas unifamiliares y chalés de lujo. En municipios como Orihuela Costa las transacciones inmobiliarias firmadas por compradores de origen internacional alcanzan ya el 90% del total.

Según el informe relativo al primer trimestre del año de la consultora Tinsa, en Orihuela Costa los compradores de propiedades son predominantemente extranjeros y, en su mayoría, adquieren adosados de hasta 120 metros cuadrados, en su mayoría británicos, suecos, eslavos, rusos y chinos. En Guardamar del Segura los compradores de origen internacional alcanzan el 80% del total, siendo sobre todo rusos, suecos y belgas quienes se decantan por casas de entre 200.000 y 350.000 euros. En el término de Torrevieja, los compradores extranjeros suponen la mitad del total. La diferencia entre el segmento de mercado nacional e internacional es el producto que adquieren, dado que son los extranjeros, principalmente los rusos, los que se fijan en las propiedades más caras mientras que los españoles optan por apartamentos más económicos. En el cuarto municipio costero de la Vega, Pilar de la Horadada, se repite el mismo patrón que en Torrevieja: extranjeros y nacionales se reparten a partes iguales las transacciones, pero son los de origen internacional los que se fijan en las propiedades con precios mayores.

Según el análisis de Tinsa, la situación general de la vivienda en la zona evidencia que sigue el descenso de precio del metro cuadrado, pero de forma más moderada. Se mantiene el ajuste en Guardamar y Torrevieja, mientras que en Orihuela hay indicios de recuperación y Pilar de la Horadada es ya una zona en recuperación, aunque todavía incipiente. Así, valora que la evolución previsible para este año en Guardamar «indica una tendencia hacia la estabilización y ligeras recuperaciones en inmuebles de mayores dimensiones». En Torrevieja, se registran niveles de precios casi estabilizados y se prevé una estabilización general y ligeros repuntes en las mejores ubicaciones. En Orihuela se detectan indicios de ligeros incrementos, ofertando un producto nuevo de mejor calidad, comparado con lo que se vendía antes de la crisis. En Pilar de la Horadada aprecia un ligero repunte de los precios en el sector mejor ubicado, aunque tímido todavía.

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