En Orihuela, principalmente en su costa, se recogen cada año alrededor de 3.500 toneladas de podas en las muchas urbanizaciones que copan el litoral. El coste de la eliminación de dichos residuos es de unos 7 euros la tonelada, aunque es una labor que se tiene que realizar a través de una empresa especializada. Esta reduce los costes a cambio del aprovechamiento del residuos para la fabricación de abonos y de otros elementos derivados del compostaje. Al final, al Ayuntamiento le cuesta unos 25.000 euros anuales.
El problema surge cuando las empresas no quieren las podas de ayuntamientos porque llegan con otras basuras que hay que separar previamente, lo que multiplica el precio, porque las trituradoras no están preparadas para metales o vidrio. El Consorcio Provincial ofreció el pasado mandato este servicio pero a un precio mucho más superior: 112.000 euros, algo que descartó el ejecutivo local.
