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Redován

Una trayectoria intachable

Dos policías reciben una distinción tras 25 años de servicio con un expediente impecable

El Ayuntamiento de Redován otorgó ayer la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco al jefe de policía de Redován, Antonio Ruiz Hernández, y al oficial de policía Antonio Ballesta Hernández como reconocimiento a 25 años de trayectoria profesional sin antecedentes desfavorables y al servicio de los vecinos del municipio.

El alcalde, Emilio Fernández, y la concejala de Seguridad Ciudadana, Amelia Cartagena, actuaron como anfitriones de un acto en el que los dos agentes recibieron las condecoraciones y recordaron posteriormente algunas de las vivencias ocurridas durante todos estos años. Ruiz Hernández señaló que entró a formar parte del cuerpo motivado en parte por el trabajo que ya desempeñaba un familiar como policía y aprovechó que se produjo una baja por jubilación para hacerse con la plaza. «Siempre me ha gustado la acción», dijo ayer esbozando una pequeña sonrisa. El jefe de Policía recordó que las tareas que desempeña el cuerpo han cambiado por completo en los últimos 30 años dado que «al principio nos ocupábamos más de temas administrativos del consistorio, éramos como un alguacil. La Guardia Civil era la que realizaba las funciones de seguridad ciudadana, mientras que ahora desempañamos trabajo de todo tipo en materia de tráfico, de violencia de género... en definitiva, de atención al ciudadano». Ruiz Hernández recordó cómo hace tres décadas no había ni tan siquiera teléfonos móviles y cómo las nuevas tecnologías y las redes sociales han permitido un mayor acercamiento a los vecinos, «mejorando sin duda el servicio». A sus 54 años, considera que el único secreto para dirigir a una plantilla formada por 13 agentes ha sido «tratarnos como una familia porque nos conocemos todos y además desde el Ayuntamiento siempre nos han tratado muy bien». Y ese precisamente es el reto que se marca hasta su jubilación «seguir en la misma línea que llevamos».

Ciclomotores

Si se le pregunta a Antonio Ballesta qué ha sido lo peor de sus 32 años como policía de Redován señala que fue «la moda de los ciclomotores». El policía recuerda cómo aumentaron los accidentes cuando a finales de la década de los 80 se multiplicaron las motos conducidas por jóvenes. «No había tanta regulación como hoy, ni se obligaba a usar casco... esa es una de las cosas más tristes que recuerdo, el ver los daños que sufrían muchos jóvenes», apuntó.

El mismo señaló que cuando los vecinos no disponían de teléfonos, era habitual que los agentes de policía se ubicaran en puntos estratégicos del pueblo «como en la puerta del Ayuntamiento o junto a la farmacia para que la gente supiera dónde nos podía encontrar en caso de alguna urgencia». También él se preparó la prueba de acceso al cuerpo aprovechando que había una vacante por jubilación y conseguió su plaza «que era la quinta, porque hasta entonces sólo había cuatro agentes». Esas fueron sólo algunas de las anécdotas que los dos policías compartieron ayer con los compañeros, familiares y amigos que los acompañaron en el acto de entrega del distintivo, donde el regidor Fernández dijo que es un reconocimiento institucional por un trabajo impecable al servicio de los ciudadanos pero también un reconocimiento personal por su buen hacer comprendiendo y sabiendo afrontar situaciones de dificultad. Por su parte la concejala de Seguridad Ciudadana, que no repetirá en la nueva legislatura, aprovecho su intervención para despedirse pero no con un adiós, sino con un hasta siempre: «me ha encantado trabajar con vosotros. Ya sabéis que me tenéis para todo», expresó.

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