La Conselleria de Medio Ambiente aseguró ayer a INFORMACIÓN que, hasta la fecha, se han retirado cerca de 7.000 pinos muertos de la sierra oriolana, y en las próximas semanas se actuará en otras 63 hectáreas de monte, gracias a la subasta de la madera de estos pinos a empresas privadas y a los trabajos de la empresa pública TRAGSA.

En concreto, dos unidades del Departamento de Sanidad Forestal, formada por cuatro personas cada una, han procedido a la tala y retirada de «3.305 pies afectados, que han sido arrastrados mediante caballerías, sacado del monte y astillados». La dificultad de acceso a muchas de las zonas de la sierra ha hecho necesaria la intervención de mulos para proceder a esta retirada, como trabajo complementario de las brigadas. Por otra parte, otras dos unidades del servicio de Vida Silvestre de la Generalitat han retirado «3.242 pies afectados», más que han sido «triturados mediante una desbrozadora acoplada a un pequeño tractor».

En las zonas más accesibles y con viviendas cercanas, la Conselleria ha autorizado a los propios vecinos a talar 1.320 pinos para aprovechamiento propio de la leña de sus troncos. Como medida de prevención, se han instalado, además «17 trampas con atractivos cairomonales para la captura tanto de insectos perforadores de la especia Tomicus destruens como Orthotomicus erosus, siendo esta última mucho más abundante».

En cuanto a las próximas actuaciones en el monte oriolano, desde la Conselleria apuntaron a que el 14 de mayo de adjudicó una subasta de los pinos muertos de 51,88 hectáreas para el aprovechamiento de su leña por parte de empresas privadas y que deberán ser extraídos por la misma . La adjudicación se produjo por 11.932,40 euros más IVA, pese a que el precio de salida a subasta fue de 17.800 euros más IVA. De la misma forma, la empresa pública TRAGSA será la encargada de retirar otras 12 hectáreas afectadas, dentro de la primera fase del proyecto de actuación.

Reforestación escasa

El plan de la Conselleria de Medio Ambiente para combatir la plaga del Tomicus y eliminar los ejemplares muertos incluye la reforestación de las zonas afectadas con «3.600 plantes de diferentes especies», a pesar de que se han retirado ya cerca de 7.000 pinos y se pretende actuar en otras 63 hectáreas afectadas»