El sindicato Simap-Intersindical Salut criticó ayer que se estén desviando pacientes desde el Hospital Vega Baja hasta otros de gestión privada como el de Torrevieja debido a que la dirección del centro público «niega un incremento de plantilla en el servicio de Neurofisiología a pesar del sobrecoste y las molestias que supone para los usuarios su derivación a clínicas privadas o al centro hospitalario torrevejense».

El colectivo sindical aseguró ayer que el servicio de Neurofisiología «lleva meses solicitando una ampliación de plantilla, ya que con los medio materiales de los que dispone podría hacer frente a toda la demanda asistencial y mejorar el servicio» que ofrece a los usuarios «sin necesidad de derivar los pacientes a la empresa privada, algo que a la vez sería más rentable en términos económicos».

El citado servicio, siempre según el sindicato, está abierto desde hace dos años y cuenta sólo con un facultativo especialista, una enfermera y un auxiliar para atender dos consultas diarias, la asistencia a pacientes ingresados y los casos urgentes que puedan surgir.

Un facultativo más

«Está claro que con la ampliación de un facultativo se podrían ofrecer mejores prestaciones a los usuarios del Hospital Vega Baja, introduciendo además pruebas que, a fecha de hoy, la gerencia del Departamento prefiere derivar a la sanidad privada, perjudicando así a los usuarios de la pública». Exponen como ejemplo que «los estudios neurofisiológicos que se podrían realizar en determinadas cirugías para disminuir las posibilidades de lesión en algún nervio, se están limitando a los casos más complejos o a la externalización de estos procedimientos, conllevando costes de hasta 400 euros».

Para Simap-Intersindical Salut «la colaboración entre la sanidad pública y privada ha de tener un carácter secundario, sólo justificable ante situaciones de deficiencia estructural de la sanidad pública, y en ningún caso basarse en situaciones de forma artificiosa que únicamente tienen como finalidad mantener y financiar el sector privado a costa del deterioro del sector público.

Por ello, exigen a la gerencia del Hospital Vega Baja, encabezada por Emilio Bascuñana, un «compromiso con la sanidad pública y con los intereses de los usuarios adecuando la plantilla de Neurofisiología a la demanda asistencial y garantizando una atención sanitaria de calidad».