María, con 80 años cumplidos y una memoria como si fuese ayer, recordaba a Miguel Hernández acercarse a la Casa del Paso tocando un «pitico» -como lo definió- para llamar la atención de Josefina Manresa. Al poco, su madre le decía a esta: «Josefina, aquí viene tu pajarico». Pero al poeta no lo dejaban subir.

Esta entrañable anécdota de la que fue su compañera tiene ahora un lugar perfecto para recordarla y es bajo la placa que ayer el Ayuntamiento de Orihuela colocó en el edificio de las Salesas, de la UMH, donde estaba el antiguo Cuartel de la Guardia Civil.

«Es algo que el pueblo de Orihuela tenía pendiente con Josefina Manresa -explicó la concejala Rosa Martínez (PSOE)-, con la que compartió su vida, pero también era una demanda de las asociaciones, que nos requerían que Josefina tuviera su lugar merecido. Aquí vivió, en la Casa del Paso. Es algo importante para el reconocimiento de Miguel Hernández que hoy estamos haciendo».

Conservar

La obra que el escultor Eduardo Contreras ha donado es parte de una deuda de Orihuela con la mujer de su poeta universal. El artista no quería otro protagonismo más que pedir a los vecinos que ayudaran a conservarla. «La trayectoria de Miguel es superimportante, como el trabajo de Josefina. Se quiera o no ver y aquí».