El proceso mediante el que salieron a subasta todos los bienes muebles que se encuentran en la sede de la Mancomunidad de Promoción Económica de la Vega Baja ha concluido con tan poco éxito que solo se han conseguido vender unos pocos artículos con los que no se han recaudado ni 1.000 euros. La suma de todos los bienes, que incluyen ordenadores, mobiliario, máquinas de aire acondicionado y hasta papeleras estaban valorados en 18.000 euros, una cantidad que se pretendía recaudar para contribuir a saldar la deuda de más de 1,6 millones de euros que acumula la entidad, si bien esa cifra habría disminuido en las últimas semanas en una cantidad por ahora indeterminada. Ahora, la comisión liquidadora de este ente, que nació para impulsar la economía de la comarca y ha acabado en la más absoluta ruina, podrá vender los artículos de forma directa a aquellas personas, entidades o empresas que se muestren interesados en su adquisición.
El proceso de la subasta se inició el 16 de febrero con la publicación del pliego de cláusulas administrativas para ordenar la venta en subasta de todos los bienes, según recogió el Boletín Oficial de la provincia. Se abrió entonces un plazo de 15 días para presentar ofertas económicas por los diferentes artículos en función de los precios fijados, que incluían 28 ordenadores que se compraron para organizar cursos de formación al precio de 149 euros la unidad, un proyector por 90 euros, 27 armarios por 66,79 euros, dos percheros a 16 euros cada uno, «reposapiés» a ocho euros e incluso papeleras a un euro.
Indemnizaciones
Una importante parte de la deuda que mantiene la Mancomunidad proviene de las indemnizaciones por despido improcedente a sus extrabajadores. Hasta ahora solo se ha alcanzado un acuerdo para indemnizar a uno de ellos, que recibió cerca de 37.000 euros tras aceptar renunciar al 25% de la cuantía reclamada para poder cobrar antes. El resto de la deuda por este concepto asciende a unos 550.000 euros, motivo por el cual un juez dispuso el embargo preventivo de la sede de la entidad.
Esta previsto que la Mancomunidad quede extinguida en pocas semanas y desaparezca de forma definitiva, por lo que perderá su personalidad jurídica y las deudas que queden pesarán sobre los consistorios que todavía mantengan cuotas impagadas.
