La alcaldesa de Daya Nueva, María Teresa Martínez, rechazó ayer las acusaciones del sindicato Csif, que denunció que la plantilla de agentes de la Policía Local está sometida a «constantes presiones, amenazas y acoso laboral» por parte del equipo de gobierno que preside, motivo por el cual se han dado de baja laboral dos agentes. La regidora estimó que se trata de un tema demasiado serio e instó a que se denuncie debidamente en los juzgados y no solo en los medios de comunicación.

Martínez dijo ayer que la oposición ha solicitado que se celebre un pleno para abordar todo este asunto y dijo que en esa sesión, que todavía no tiene fecha fijada, dará todas las explicaciones que se le pidan a los grupos políticos y a los vecinos.

La primera edil explicó ayer que la bajada de sueldo de 260 euros brutos a los agentes que señaló ayer el citado colectivo sindical, no ha sido por voluntad del equipo de gobierno. Señaló que el Ayuntamiento ha anulado un convenio laboral que por Ley debía de ser eliminado y que modifica las horas laborales.

María Teresa Martínez también rechazo las acusaciones del Csif con respecto a que los agentes «han sido presionados para la realización de horas extra de forma gratuita, así como para intentar favorecer a unos u otros en razón de su interés y bajo amenaza de apertura de expediente disciplinario por desobediencia» y dijo que es «rotundamente falso» que se amenazara a los efectivos con frases del tipo «al final voy a tener que tocar sueldos».

La regidora admitió que en la actualidad la plantilla de policía está conformada tan solo por un agente dado que de los cinco que hay, dos están de baja y otros dos en comisión de servicios. No obstante, aseguró que la seguridad en la localidad está garantizada porque ella misma contactó con la Subdelegación de Gobierno y el cuerpo de la Guardia Civil ha intensificado las labores de vigilancia en el término municipal.