La confirmación de la escala de un crucero en Torrevieja tiene más impacto desde el punto de vista de la imagen local como referencia turística que repercusión económica. En una ciudad que vive del turismo residencial las siete horas que los cruceristas podrán aprovechar en Torrevieja y sus alrededores tendrán una incidencia muy relativa sobre el negocio hostelero y comercial, si no cuaja con nuevas escalas. El consignatario que ha mediado para esta escala anunció que se prepara para 2016 otra escala, en este caso del crucero Albatros, operado por la misma naviera alemana y de mayores dimensiones que el Amadea. D. P.