Una de las consecuencias de la pérdida de suelo natural está directamente relacionada con la calidad de vida. «La calidad ambiental es un concepto que a veces no se comprende muy bien, pero es igual a vivir mejor», expone el profesor Navarro Pedreño. A más suelo sellado menos calidad de vida, pero también menos calidad para el turismo, motor económico de la provincia. A ello se suma un riesgo evidente. «En las dos últimas décadas se ha incrementado el grado de riesgo de Alicante en relación con el aumento de la superficie sellada», expone el catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, Jorge Olcina Cantos, en el documento «Pensando en Alicante. Ideas para otro modelo de ciudad». Olcina advierte de que «el factor humano ha sido determinante en el aumento de la vulnerabilidad de la población ante el desarrollo de un peligro natural extremo, cuya causa última ha sido la falta de respeto al medio natural». De esta manera, «la ocupación de terrenos inundables, de primera línea de costa, la planificación de incremento de la superficie urbanizada por encima de la disponibilidad natural de agua, han sido procesos desarrollados de forma sistemática en las últimas décadas». Por ello, Olcina concluye diciendo que «Alicante es territorio de riesgo y, por tanto, la planificación territorial debe tener en cuenta esta condición si se quiere un territorio más seguro para sus ciudadanos». V. L. d.