¿Las obras del AVE incluían una chapuza? Eso se pregunta el grupo municipal de CLr-Claro que ha detectado que la desaparición del paso soterrado de la CV-95 (uno de los principales accesos a Orihuela y el natural si uno viene o va a la costa) no se está haciendo al mismo nivel del resto de calles sino que existe un metro de diferencia que creará una desnivel que convertirá aquello en un lugar intransitable. El edil Juan Ignacio López-Bas se marchó ayer hasta allí para explicar «in situ» lo que, en opinión de su formación, no es más que «una chapuza» de la que ha dejado constancia por escrito en el registro del Ayuntamiento y dirigido a Urbanismo. Una chapuza, alega, en el tramo que iría desde la CV-95 hasta la rotonda que la separa de Puente Rey para volver a subir en pendiente hasta la altura que debe alcanzar a continuación.

«Se trata básicamente de reclamar que el Ayuntamiento se dé cuenta de qué niveles a fecha de hoy han marcado los técnicos y operarios de la empresa que está realizando las obras de sustitución del paso subterráneo de la CV-95 para hacerla a nivel de calle», explicaba ayer el edil que ha detectado que «no ha elevado ese nivel a las calles adyacentes a la CV-95 sino a la travesía de conexión de calle José Avila con la propia CV-95. Un metro aproximadamente más bajo, lo que va a provocar una vaguada en el nuevo trazado de la CV-95 justamente frente a la placeta en el lateral del Colegio Oleza».

López-Bas considera que lo lógico hubiera sido igualar la rasante de toda la futura avenida con esas calles, para «dar un continuidad al vial que sea coherente y permanente para el futuro. Lo lógico es que ese vial se convierta en una vía urbana, la avenida más importante de salida y entrada que va a tener Orihuela».