El proyecto urbanístico de La Hoya requiere una inversión de 30 millones de euros para ejecutar las obras de urbanización con el trazado de avenidas, viales y zonas de verdes, red de saneamiento y agua potable, y alumbrado, entre otras infraestructuras. El plan parcial, que comenzó a tramitarse hace casi dos décadas, debe adaptarse a las modificaciones legislativas de los últimos años, y una vez que el Ayuntamiento dé el visto bueno a esta adaptación deberá sacar a concurso la adjudicación de las obras a una empresa.
El plan de La Hoya será el de mayor envergadura realizado en el término municipal de Torrevieja. Contempla la urbanización de 1,8 millones de metros cuadrados con una capacidad máxima autorizada de 7.490 viviendas, cuya ubicación se situará entre la circunvalación de la Nacional-332 al este, con el Auditorio y el Hospital Quirón, el Parque Natural de las Lagunas de Torrevieja y La Mata y la Urbanización «El Chaparral» al norte, y la carretera CV-905 de Crevillente y el residencial Doña Inés al sur.
El Ayuntamiento recibió y urbanizó el suelo de aprovechamiento urbanístico que le correspondía en el reparto de la urbanización, antes incluso de que el plan parcial estuviera aprobado de forma definitiva en 2009. Unos cien mil metros cuadrados en cuyo suelo se construyó el Conservatorio y Auditorio Internacional, inaugurado en 2011.
El plan de La Hoya, que no estaba contemplado en el PGOU, comenzó a fraguarse en 1996. Supone una enorme reclasificación de suelo rústico en urbanizable en una zona afectada en parte por el perímetro de protección del parque natural. En esa circunstancia -y en los cambios legislativos que se han sucedido en 20 años- se explica su larga tramitación, con una aprobación definitiva en 2009, en plena crisis, impacto ambiental en 2012 y proyecto de reparcelación en 2014. La Hoya es el único suelo -aprobado- sin desarrollar que queda en el término municipal además del plan de homologación de Los Altos junto al Hospital de Torrevieja. Utilizando el argot inmobiliario popular este plan parcial sería el último «pelotazo» ya que el resto del terreno del término municipal, a excepción de solares menores, está protegido como parque natural o está urbanizado, aunque en algunas zonas ha comenzado a derribarse lo que se construyó hace 40 años para levantar nuevas edificaciones.
