La Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Colegio Playas de Orihuela (AMPA) inició ayer una jornada de protestas que reunió a un centenar de personas y que están dispuestos a mantener todos los lunes de la que queda de curso si la Conselleria de Educación incumple, una vez más, su promesa de licitar el colegio de ladrillo que llevan reivindicando durante antes años y siempre antes de las elecciones, «como se comprometió el propio Fabra (presidente de la Generalitat)», recordaba, Yolanda Fernández, presidenta del colectivo de padres que se encuentra «harto» de soportar que sus hijos tengan que ir cada día a clase en la veintena de barracones que conforman el centro.

Y no es para menos, pues esta situación lleva repitiéndose día tras días desde hace 13 años, hasta el punto de que existen generaciones de alumnos que nunca han visto cómo es un centro de ladrillo pues al finalizar su etapa en Infantil y Primaria han pasado al Instituto de Playa Flamenca, formado también únicamente por barracones.

La gota que colmó el vaso de la paciencia de estos padres llegó el pasado martes, cuando una de las juntas del techo cayó en un aula de Infantil en la que se encontraba un grupo de niños de cinco años y, aunque no hubo que lamentar heridos, «podría haber ocurrido una desgracia», y es que la estructura metálica cayó sobre un pupitre que habitualmente concentra a cuatro alumnos y que en ese momento se encontraban en otra parte del aula, sentados en una alfombra, realizando otras actividades.

Este último incidente se une a una larga lista que ayer fue distribuida a modo informativo y reivindicativo entre todos los presentes para dar a conocer las lamentable situación del centro. De hecho, la AMPA está estudiando otra series de actuaciones contra la Conselleria, entre las que no descartan emprender acciones legales por la falta de mantenimiento de los barracones, ante los numerosos desperfectos.