Con la persiana echada. La Asociación de Enfermos de Fibromialgia, Fatiga Crónica de Torrevieja y otras enfermedades crónicas (ASIMEPP) anunció ayer que cierra su sede de la calle Concordia porque no puede asumir el coste del alquiler y no ha recibido este año algunas ayudas públicas previstas en su presupuesto, en especial la del Ayuntamiento de Torrevieja. La presidenta, Maria Dolores Herrera, visiblemente emocionada, señaló en rueda de prensa, que la actividad de la asociación continuará aunque sea en su casa y más adelante en un local que la Federación Nacional ha ofrecido al colectivo en Crevillent. Indicó que la única «responsable» de esta situación es ella «por haber creído en la personas aunque lo que ha pasado lo haya visto venir desde hace cuatro años».

El principal «agujero» en las cuentas de la entidad es la partida prevista del Ayuntamiento de 9.000 euros de 2014 y que no recibirán. El municipio ha rechazado dar la subvención para este año indicando que el proyecto no se adecua al objetivo de la ayuda. En la memoria de solicitud, por un error de asesoramiento de la asociación, aparecían más ingresos que gastos. Los cortos plazos para presentar la petición tampoco han ayudado. Los criterios técnicos para ayudas municipales han cambiado este año. Una misma asociación no puede recibir respaldo económico de distintas administraciones, como la autonómica o la provincial, en especial en el ámbito educativo y sanitario -ASIMEPP recibe partidas de Sanidad y de la Diputación-. Esos 9.000 euros coinciden con los que adeuda el colectivo del local que ya ha comenzado a abandonar.

Herrera concretó que mantendrá una reunión con el alcalde Eduardo Dolón (PP) por petición de la junta directiva. La presidenta sugirió que los criterios técnicos han cambiado para todas las asociaciones de carácter asistencial pero una de las pocas que no recibe la ayuda es ASIMEPP. Entidad que al igual que el resto recogía en su proyecto una memoria de actividades que justificara el gasto.

Los asociados aportan una cuota anual de 20 euros que no puede sostener, ni de lejos, el gasto anual de unos 50.000 euros que exige su funcionamiento. Para trabajar de forma óptima debería elevarse ese gasto hasta los 80.000 y contar con un trabajador social, una administrativa -labor que ha realizado con el visto bueno de la junta y de forma remunerada la propia presidenta- y una persona que pueda atender a los socios.

Ayer alguno de estos socios realizaban labores de mudanza de los locales mientras se realizaba la rueda prensa. Además de los 9.000 euros que no van a llegar de 2014, el área de Cultura del municipio adeuda a la entidad otros 5.000 de eventos realizados por sus socios, según aseguró la presidenta, que ha puesto su cargo a disposición de la junta directiva, que no ha aceptado la renuncia. Por otra parte, Herrero aseguró que va a denunciar a la presidenta de la Asociación de Diabéticos de Torrevieja por difundir supuestamente graves acusaciones sobre su gestión en la asociación.