Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Antonio Velasco. Director gerente del departamento de Salud de Torrevieja

«Nunca ha dicho nadie que hubiera un enfermo en un pasillo»

Asumió la gerencia del Hospital de Torrevieja el pasado verano y está claro que el cargo no le ha hecho aparcar ni su vocación ni su trabajo como traumatólogo

El gerente José Antonio Velasco, durante la entrevista. Loino

Tiene muy a gala leer, estudiar y poner los medios cada día para enmendar las reclamaciones de los usuarios del departamento de salud que dirige desde este verano. Con un perfil más médico que ejecutivo, Velasco sigue simultaneando su labor de cirujano y jefe de Traumatología con la de gerente. En estos meses ha tomado confianza para asegurar con rotundidad que el Hospital está incluso «algo sobradillo» en capacidad. Consciente de que su papel como gerente es de puertas afuera y de conexión directa con la Conselleria de Sanidad y los ayuntamientos, lo es también de la importancia del trabajo del día a día con los pacientes en el centro hospitalario. Prueba de ello es que ésta es la primera entrevista que concede a un medio escrito.

El Hospital fue el primer centro en funcionar como una concesión de la Generalitat en la provincia, lo que ha generado críticas sobre el peligro de privatizar servicios básicos ¿Qué opina sobre ese debate?

En estos ocho años creo que el usuario no se ha planteado nunca si somos hospital público con una capacidad de gestión privada. Al paciente lo único que le preocupa es que lo vean lo más pronto posible, que lo operen lo antes posible una vez tomada la decisión, y que esté garantizado su derecho de pedir determinados médicos, y este hospital lo garantiza. Nunca ha habido un comentario de si es o no. No les preocupa quién gestiona, sino cómo se gestiona: celeridad en la consulta, celeridad en la intervención, programa de calidad y de atención permanente al ciudadano.

Las quejas más habituales están relacionadas con la demora en las listas de espera para intervenciones. ¿Cómo se organizan?

Primero en entrar, primero en salir. Es la norma que hay que cumplir. Si en octubre han entado 40 y en noviembre 30, entran los 40 de octubre. Hay excepciones. Por desgracia en esta zona, quizá porque la población demográfica es una de las mayores de España en edad, población anciana, la cantidad de tumores es pavorosa, saltamos la media. A mayor población mayor índice de tumores, y los tumores no esperan. Los tumores, por ejemplo, de mama, que es muy mediático socialmente, la conselleria tiene un protocolo muy riguroso, y son 30 días desde que lo diagnostican hasta que lo operan. Si no se operan en 30 días es porque hay algún problema de coagulación o un problema básico que hay que corregir. Con el tumor no se juega.

¿Y existen otros casos?

También nos hemos dado cuenta que hay que priorizar a personas en edad laboral. Por ejemplo, una persona con una situación laboral pendiente a la que está haciendo daño un menisco, no rinde y es un productor que puede tener un despido por esa causa. Pues ese paciente en edad laboral tiene un rango preferencial sobre una persona de 70 años que puede esperar. Los niños también tienen rango preferencial, sobre todo los tumores. El resto de pacientes sí, primero en entrar, primero en salir. Eso lo seguimos a rajatabla.

¿Desde el punto de vista de las infraestructuras qué queda pendiente?

Al día de hoy hemos hecho los deberes. Y no sólo eso sino que están actualizados. Por ejemplo hemos conseguido que los especialistas se desplacen a los centros de salud. Este hospital se construyó para atender ordenadamente a unas 200.000 personas, y estamos un poco sobradillos, estamos cómodos. Pero en caso extremo podríamos doblar esta capacidad a 500. Las habitaciones son individuales pero llevan doble módulo para meter dos camas en un momento de emergencia que nunca se ha dado. Tenemos funcionando unas 340 camas, pero somos hospital flexible y si este fin de semana vienen accidentes o viene un pico de crisis, se abren 30 camas más. Nos adaptamos día a día a la puerta de urgencias, y en verano además nos transformamos en hospital de agudos. En los dos meses y medio de la última campaña estival hemos visto 46.000 pacientes de urgencias, y el resto mantenemos la actuación normal de nuestra población que son unos 160.000. Nuestro día a día es una actividad febril para atender en casos normales 200 urgencias diarias filtradas por atención primaria, que son las más graves. Y nunca ha dicho nadie que ha habido un enfermo en un pasillo.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats